Pedro Sánchez habia decidido acudir solo al debate a cuatro en Televisión Española y no al de Atresmedia. El Comité electoral del PSOE habia optado por la televisión publica tras la decisión de la Junta Electoral Central de excluir al partido de Santiago Abascal del debate del grupo audiovisual privado. Pedro Sánchez rectifica y finalmente acudirá a dos debates a cuatro en televisión, uno el lunes 22 de abril en RTVE, y otro al día siguiente en Atresmedia.
La Junta Electoral Central estima los recursos de los nacionalistas y solicita a Atresmedia que excluya a Vox del debate electoral del domingo 23 de abril. La razón dada es que la formación de Santiago Abascal obtuvo una representación «residual» en los últimos comicios.
Atresmedia había planeado incluir a Vox junto con los cuatro principales partidos para un debate, luego de su sorprendente éxito en las elecciones en Andalucía. Vox logró casi el 11% de los votos en diciembre, ganando 12 escaños parlamentarios.
El debate televisivo del 23 de abril es el único en el que Pedro Sánchez se ha comprometido a participar. Los otros tres partidos que estarán representados son el Partido Popular, Unidas Unidas y Ciudadanos.
La Junta Electoral Central (JEC), dictaminó que incluir a Vox violaría el “principio de proporcionalidad” en los debates electorales, lo que exige que los partidos tengan representación parlamentaria nacional y un cierto porcentaje de los votos. En las últimas elecciones nacionales de 2016, la comisión dijo que Vox había ganado solo “0.1% de los votos”, 46,781 en total.
Tres partidos nacionalistas, ERC, PNV y la Coalición Canaria, presentaron una queja sobre el formato original de Atresmedia. El grupo audiovisual privado ha vuelto a programar su debate para incluir solo a los cuatro partidos principales.
El líder de Vox, Santiago Abascal, denunción en Twitter la decisión. “Está claro quien manda todavía en España: los separatistas. Hasta el día 28-A. Porque una gran victoria de la #EspañaViva impulsará la ilegalización de los que quieren romper nuestra convivencia, nuestra Constitución y nuestra Patria”.
Los críticos han acusado al partido de ser un retroceso a la era de Franco, con su apelación al sentimiento nacionalista con consignas como “los españoles primero”. Vox defiende el control de la inmigración ilegal y los desafíos independentistas. Su plan para reformar una ley sobre la violencia de género ha traído acusaciones de que el partido es anti-feminista.
Abascal ha planteado una “batalla ideológica contra los progresistas” sobre temas como el matrimonio gay y el multiculturalismo, ridiculizando a los “traidores” del gobierno apoyados por los “enemigos de España”.
A Vox no le gusta que lo describan como de extrema derecha y dice que en Andalucía ha respondido a cuestiones relacionadas con la gente común, como el desempleo, el crimen y la protección de las fronteras.
Las encuestas de opinión han sugerido que podría ganar alrededor del 10% de los votos en las elecciones generales del 28 de abril.