Casi un año después del intento fallido de independencia del resto de España, los políticos independentistas que gobiernan Cataluña planean otra demostración de fuerza el martes, con la celebración de la Diada (día nacional de Cataluña).
En un discurso desafiante la semana pasada, el President de la Generalitat, Quim Torra, instó a la gente a tomar las calles para protestar por el encarcelamiento de los políticos separatistas que llevaron a cabo un referéndum ilegal de secesión en octubre pasado que llevó al Parlament a declarar la independencia. El referéndum había sido declarado inconstitucional, y el gobierno central suspendió la autonomía de la región e impuso el artículo 155 de la constitución.
Desde entonces, los acontecimientos «no han hecho más que reforzar la legitimidad de la causa de la independencia y de la república de Cataluña«, dijo Torra en un discurso pronunciado en el teatro nacional catalán.
Diada per la llibertat. Coneix tots els actes a https://t.co/h9Z3sj3hUM #Diada2018. Aquest any l’acte institucional està dedicat als presos polítics i exiliats, així com a la llibertat d’expressió del poble. pic.twitter.com/K6kkTRgpHa
— Generalitat de Catalunya (@gencat) September 9, 2018
Sin embargo, Torra, no ofreció detalles de como colocar a Cataluña firmemente en el camino hacia la independencia. La frágil coalición de partidos separatistas del Sr. Torra está dividida sobre si provocar otro enfrentamiento con Madrid, o aceptar el ofrecimiento del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para volver al diálogo político y apuntalar el autogobierno con un nuevo referéndum del Estatut.
Los líderes independentistas también se dan cuenta de que cualquier nueva violación de la Constitución podría llevarlos ante el Tribunal Supremo. Aproximadamente dos docenas de políticos independentistas se enfrentarán a un juicio antes de fin de año por cargos relacionados con el intento de secesión, incluidos algunos a quienes se les negó la libertad bajo fianza y están en prisión preventiva a la espera de juicio. Sin embargo, otros, incluido Carles Puigdemont , el ex President catalán que huyó a Bélgica después de la declaración de la independencia, se han negado a regresar a España para ser procesado.
Del mismo modo que los lazos de coalición del Sr. Torra son débiles, también lo son los de Sánchez. El Presidente del Gobierno lidera un Ejecutivo socialista minoritario que está bajo una intensa presión para resistir los desafíos que llegan de Cataluña.
Desde partidos políticos y asociaciones separatistas se ha expresado la esperanza de que el día nacional del martes, conocido como la Diada, produzca grandes manifestaciones en apoyo de la independencia, así como la difusión de lazos amarillos, símbolo de quienes se oponen al encarcelamiento de políticos catalanes. Figuras independentistas destacadas como Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, han hecho declaraciones públicas mientras con un lazo amarillo en la solapa. Guardiola comparó el uso de lazos amarillos de a apoyo a políticos que incumplieron las leyes con la demostración de apoyo de Tiger Woods y otros golfistas hacia Jarrod Lyle, un golfista que murió recientemente de cáncer.
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Dadas las profundas divisiones en Cataluña, no está claro que las manifestaciones del martes y el próximo mes serán pacíficas. El gobierno de España dijo la semana pasada que enviaría 600 policías antidisturbios para ayudar a las fuerzas de seguridad catalanas a manejar las protestas y cualquier reacción violenta. Torá respondió el fin de semana que Cataluña «no necesita tantos policías, sino más infraestructura».
En los últimos meses, miles de cintas amarillas han aparecido en las calles, plazas y en sus playas, provocando enfrentamientos entre partidarios y opositores a la independencia. A finales de agosto, Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, se quitó las cintas amarillas en Alella, una ciudad al noreste de Barcelona, e hizo una demostración pública de tirarlas en una bolsa de basura, con algunos residentes gritando insultos y llamándolo fascista .
La semana pasada, Rivera denunció como un acto de odio una cinta amarilla pintada en la tienda de su madre. «La historia muestra que el nacionalismo siempre usa los mismos métodos totalitarios: fracturar a la sociedad y propagar el odio«, escribió en Twitter.
Hoy a las 8h, cuando mi madre ha ido a levantar la persiana de su comercio, se lo ha encontrado de nuevo señalado por los separatistas. La historia demuestra que el nacionalismo siempre recurre a las prácticas totalitarias: fracturar la sociedad y sembrar odio. #NoNosCallarán pic.twitter.com/UzQOCV8gFh
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) September 6, 2018