Persisten los indicadores a la baja para las expectativas de crecimiento de la economía española

La ministra de Economia y Empresa, Nadia Calvino, en Bruselas

El crecimiento de la economía española podría situarse entre el 0,6% y el 0,8% trimestral durante el cuarto trimestre. Sin embargo, la sorpresa a la baja registrada en el tercer trimestre (0,6% trimestral en comparación con una estimación del 0,7% trimestral), junto con la persistencia de los riesgos que se ciernen sobre el escenario, mantiene un sesgo a la baja en la previsión de crecimiento para 2018 por BBVA Research (2.6 %) 1. La demanda interna respalda el avance de la actividad al mismo tiempo que aumenta la incertidumbre sobre la recuperación de la demanda externa. Finalmente, el ritmo de creación de empleo mejora y la inflación se estabiliza en la segunda mitad del año.

El PIB se mueve a un ritmo trimestral tranquilo

La estimación preliminar publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indicó que la economía española creció un 0,6% intertrimestral en el 3T18, nuevamente por debajo de las expectativas (BBVA Research: 0,7% intertrimestral) aunque en línea con el progreso registrado durante la primera mitad del año . Por su parte, con aproximadamente el 20% de la información disponible para el cuarto trimestre, el modelo MICA-BBVA estima que el crecimiento del PIB trimestral podría situarse entre el 0,6% y el 0,8% intertrimestral (véase la Figura 1). Sin embargo, dadas las sorpresas a la baja registradas a lo largo del año y los riesgos que se ciernen sobre el escenario, se mantiene el sesgo a la baja en la previsión de crecimiento para 2018 por parte de BBVA Research (2.6%).

La demanda interna sostiene el avance de la actividad

La estimación instantánea de las Cuentas Nacionales de España (QSNA) confirmó que la demanda doméstica mantuvo el crecimiento completo de la actividad en el último trimestre (0,8 pp TaT) 2. En particular, el aumento de la inversión, tanto en maquinaria y equipo (2,2% intertrimestral) y en construcción residencial (1,5% intertrimestral), fue particularmente notable. Asimismo, se observó la recuperación esperada en el consumo privado (de 0,5 pp a 0,6% intertrimestral) y la fortaleza del consumo público (0,8% intertrimestral).

De cara al final del año, los indicios extraídos de los indicadores de gasto, confianza y mercado laboral apuntan a un crecimiento del consumo privado ligeramente menor que el registrado en el tercer trimestre (ver Figura 2). Además, los datos de ejecución del presupuesto sugieren que el aumento en el gasto del consumo público podría ser cercano al registrado en el trimestre anterior (alrededor del 0.7% intertrimestral).

Con respecto a la inversión, los indicadores parciales sugieren que la inversión en maquinaria y equipo podría seguir creciendo, aunque con menos impulso que el observado en los trimestres centrales del año (ver Figura 3). Mientras tanto, la inversión residencial podría mantener su ritmo de progreso en niveles cercanos a los observados en el último trimestre (ver Figura 4).

Tras la sorpresa negativa registrada en el 3T, la incertidumbre sobre la mejora de la demanda externa ha crecido

El tercer trimestre de 2018 estuvo nuevamente marcado por una inesperada caída en las exportaciones totales (-1.8% TaT) que, al ser mayor que la de las importaciones (-1.2% TaT), causó una contribución negativa de la demanda externa neta al crecimiento (-0.2 pp). QoQ). El comportamiento negativo fue generalizado, aunque se destacó la disminución de las exportaciones de servicios (-4,1% intertrimestral) en comparación con las ventas de bienes (-0,7% intertrimestral). Respecto al primero, cabe destacar la caída de las exportaciones de servicios no turísticos (-6,4% intertrimestral) junto con la contracción esperada del consumo por parte de no residentes (-0,9% intertrimestral).

Si bien los datos disponibles sugieren que las exportaciones pueden crecer durante el último trimestre del año, ​​la volatilidad observada durante los primeros nueve meses del año aumenta la incertidumbre sobre esta mejora esperada en la demanda externa.

La creación de empleo recuperó el dinamismo a principios del cuarto trimestre

La Encuesta de la fuerza laboral (EPA) para el 3T18 confirmó la tendencia señalada por las afiliaciones de la Seguridad Social y las cifras de desempleo en ese trimestre. El empleo aumentó en 0.5 pp en términos desestacionalizados (2.5% AaA), 0.4 pp menos que en el segundo trimestre. Por su parte, la población activa apenas creció un 0,1% TaT SWDA y, por lo tanto, la creación de empleos resultó en una caída de 0,4 pp en la tasa de desempleo a 15,1% SWDA (14,6% en términos brutos).

Al ingresar al último tramo del año, las estimaciones de BBVA Research indican que el número de afiliaciones a la Seguridad Social creció en 85,000 personas SWDA en octubre (30,000 más que el mes pasado) debido a una sorpresa positiva en la agricultura. Por lo tanto, aunque la información conocida sugiere que este mayor dinamismo en la creación de empleos fue probablemente temporal, la variación en el número de afiliaciones a la Seguridad Social podría alcanzar un 0,8% QT de SWDA durante el cuarto trimestre (0,6% SWDA en el 3T18). Con respecto al desempleo registrado, continuó su tendencia a la baja en octubre (-23,000 personas SWDA según las estimaciones de BBVA Research), que, sí se prolongará en los próximos meses, daría lugar a una caída mayor en todo el 4T18 que la registrada en el 3T18 (- 1.7% TaT contra -1.2% SWDA) (ver Figura 6).

La inflación se estabiliza ligeramente por encima del 2,0%

En octubre, la inflación general se mantuvo en 2,3% interanual y la inflación subyacente aumentó a 1,0% interanual, en gran parte debido a un aumento en los precios de la energía y los alimentos. Por lo tanto, el aumento de la inflación general en octubre fue una vez más 0,1 pp superior al registrado en el conjunto de los países de la UEM. Sin embargo, las previsiones de BBVA Research indican que el diferencial en el componente central (que excluye la energía y los alimentos no procesados) habría sido favorable para España (-0,2 pp).

En el futuro, se espera que la inflación vuelva a desacelerarse gradualmente, habiendo dejado atrás los repuntes causados ​​por el aumento en los precios de la energía. En este contexto, se estima que la inflación subyacente se mantendrá en torno al 1,0% durante el resto del período económico.

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