En el mundo existen pocos lugares tan mágicos como la ciudad de Fenghuang. Enclavada en la provincia de Hunan, en China, es una joya arquitectónica que sorprende a todos los visitantes, quienes creen haber viajado atrás en el tiempo al llegar a ella. Las personas que han visitado Fenghuang coinciden que no solo es una de las ciudades más hermosas de China sino de todo el continente asiático.
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La dinastía Ming
La dinastía Ming gobernó China durante siglos y su reinado coincide con la época de mayor esplendor económico y cultural del milenario país asiático. Durante el mandato de los Ming China vivió un auge de la agricultura, la fabricación de papel y la construcción naval y muchas ciudades experimentaron un gran crecimiento, como Fenghuang. La prosperidad llevó a un gran incremento del comercio y a un mayor protagonismo de los núcleos urbanos, que crecieron en tamaño y población.
Una ciudad perfectamente conservada
Fenghuang conserva en perfecto estado muchas de las edificaciones construidas durante la Dinastía Ming, del siglo XIV, así como otras del siglo XVII, ya pertenecientes a una dinastía posterior, la Qing.
La belleza que asombra a los visitantes se debe a su único paisaje de casas de madera, murallas, torres y puentes, rodeados por montañas y junto al río Tuo Jiang. La modernidad ha llegado a Fenghuang en cierta medida pero no ha afectado a su arquitectura y a las costumbres de muchos de sus habitantes, que continúan hablando dialectos extinguidos en el resto de China.
Los mayores atractivos de Fenghuang
Los atractivos de Fenghuang son muy numerosos y solo recorrer sus estrechas callejas y contemplar sus edificios ya es un auténtico placer, pero hay una serie de monumentos y edificaciones que encierran un interés especial y que son muy valorados por los historiadores.
El mercado nocturno de alimentos es uno de estos atractivos. Se encuentra en un barrio repleto de calles estrechas con tiendas tradicionales, casas muy antiguas y herbolarios. Ya es insólito que se celebre por las noches pero su emplazamiento lo es aún más. El visitante puede comprar aquí una gran variedad de animales vivos como gatos, serpientes o ratas gigantes.
Otro de los mayores reclamos de Fenghuang son sus templos, esparcidos por toda la ciudad y tan antiguos como muchos de sus edificios. Estos templos se dividen en templos de poemas, templos para culto o de literatura y todos tienen en común que, si la ciudad ya parece congelada en el tiempo, aquí gobierna la quietud y paz más absoluta, completamente ajenos al mundo exterior.
Viajar a Fenghuang
La forma más habitual para llegar a Fenghuang desde otros puntos de China es a través del autobús aunque también es posible llegar en un tren bala que circula hasta la localidad de Huaihua. Para los turistas españoles que deseen conocer esta hermosa ciudad anclada en el tiempo, la mejor recomendación es viajar en avión desde Madrid a Pekín y luego tomar uno de los transportes mencionados.