La salud bucal y la estética son dos aspectos que se encuentran estrechamente relacionados, ya que muchos de los tratamientos odontológicos cumplen ambas funciones.
Tal es el caso del blanqueamiento dental, una técnica que permite recuperar el color blanco de los dientes, que usualmente se pierde debido a malas prácticas de cuidado bucal, enfermedades, medicamentos, alimentos colorantes, golpes, envejecimiento de la pieza dental y hábitos dañinos como el tabaquismo y el alcoholismo.
El blanqueamiento dental consiste en una sesión de una hora, y se puede realizar bajo diferentes técnicas, lo cual va a depender del tipo de manchas existentes. Este tratamiento puede realizarse como mantenimiento cada 6 meses, según lo severas que resulten las manchas en la dentadura.
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¿Cuándo es necesario un blanqueamiento dental?
El tratamiento puede realizarse cuando se determina que el color natural de la dentadura a cambiado de tono notablemente y ninguna de las soluciones caseras como cremas dentales blanqueadoras ha dado resultado.
Los casos más habituales para realizar un blanqueamiento dental son los siguientes:
- Envejecimiento de las piezas dentales.
- Manchas provocadas por alimentos como té, café, fumar.
- Fluorosis dental (exceso de flúor).
- Manchas producidas por medicamentos.
- Alteraciones genéticas en el desarrollo de los dientes que producen alteraciones del color.
Sin embargo, algunas manchas pueden no mejorar con este procedimiento y requerir otro tipo de soluciones, como las carillas de porcelana.
Aspectos que se deben tener en cuenta
Incrementa la sensibilidad
La realización de este procedimiento causa el aumento de la sensibilidad en los dientes, ya que provoca el desgaste del mismo y la sensibilidad tiende a aumentar a mayor cantidad de sesiones. Aunque esto puede no ocurrir en todas las personas.
Existen diferentes técnicas
La técnica más común es la aplicación de peróxido de hidrógeno al 35% y luz fría de arco completo. Sin embargo, es responsabilidad del médico tratante, establecer las variaciones que crea necesarias según las necesidades especificas de cada paciente, pudiendo incluso implementar un tratamiento continuado en el hogar.
Los resultados varían de una persona a otra
La intensidad conseguida con el blanqueamiento puede variar de una persona a otra, ya que el tono original y las cualidades del diente difieren entre las personas. La reducción del tono original siempre es de varios tonos y los resultados son visibles de inmediato, pero no todos pueden conseguir dientes perfectamente blancos.
Requiere mantenimiento
Tras la sesión de blanqueamiento es necesario tomar ciertas medidas que eviten que los mismos regresen al color anterior, eliminando alimentos y bebidas colorantes. Además, sería adecuado utilizar pasta de dientes especial para la sensibilidad dental y blanqueadora para extender la duración del procedimiento.
Tiene contraindicaciones
El blanqueamiento dental es ampliamente utilizado por su fácil acceso y bajo costo. Sin embargo, no se recomienda en personas con mal estado periodontal, exposición radicular, sensibilidad severa, dientes agrietados, con pérdida del esmalte, personas que sean alérgicas a los peróxidos y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
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