Tras un incendiario discurso del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el presidente estadounidense, Donald Trump, tuiteó, mientras estaba de vacaciones en su club de golf de Nueva Jersey, que Estados Unidos duplicaría los aranceles a la importación de acero y aluminio turcos. El tweet de Trump provocó la pérdida de casi el 20 por ciento del valor de la lira en 24 horas. El viernes, Erdogan denunció las sanciones impuestas por Estados Unidos a dos ministros turcos por el fracaso de Turquía en liberar a un clérigo estadounidense, como «guerra económica».
«El dólar no nos une», dijo Erdogan a una multitud de seguidores. «Invito a todos los que mantienen dólares, euros y oro bajo la almohada a cambiar eso con nuestra moneda nacional», proclamó, mientras trataba de detener la caída en el valor de la moneda de Turquía. Pero la lira solo cayó aún más, a otro récord bajo, incluso cuando el Ministro de Finanzas, que también es yerno de Erdogan, estaba anunciando un nuevo enfoque para la gestión de la economía turca.
La administración Trump exige la liberación inmediata del pastor estadounidense, Andrew Brunson, a quien Turquía detuvo tras el fallido intento de golpe de Estado de 2016, acusando, de manera incongruente, de que el pastor protestante evangélico era parte de un grupo dirigido por el clérigo musulmán, Fethullah. Gulen, responsable del abortado putsch. Sin embargo, incluso después de que una delegación turca visitó Washington el miércoles, Ankara se mantuvo firme en su negativa a liberar a Brunson, una posición que desafiantemente repitió Erdogan el viernes.
Tras el tweet de Trump, Turquía acusó que las nuevas tarifas violaban las reglas de la Organización Mundial de Comercio, mientras que el portavoz presidencial, Ibrahim Kalin, envió su propio tweet: «Ninguna amenaza, chantaje o operación puede desalentar la voluntad de Turquía».
A última hora del viernes, Erdogan publicó un artículo de opinión en el New York Times, detallando las quejas de Turquía con los Estados Unidos y terminando con una amenaza propia. «Si no se revierte esta tendencia de unilateralismo y falta de respeto, será necesario que empecemos a buscar nuevos amigos y aliados», escribió el presidente turco.