«El suministro de petróleo de Arabia Saudita ha sido atacado. Hay razones para creer que conocemos al culpable, estamos listos para luchar «, dijo el domingo Donald Trump.
Estados Unidos declaró el domingo 15 de septiembre estar «listo para responder» a los ataques con aviones no tripulados el día anterior contra las instalaciones petroleras en Arabia Saudita, lo que resultó en una reducción a la mitad de la producción, estratégica para la economía global.
«El suministro de petróleo de Arabia Saudita ha sido atacado. Hay razones para creer que conocemos al culpable, estamos listos para tomar represalias en función de las verificaciones, pero estamos esperando que el Reino (saudí) nos diga quién cree que es el culpable de este ataque, y en qué forma tendremos que actuar. «, Tuiteó Donald Trump, quien por primera vez aludió a una posible respuesta militar. En un tuit anterior, el presidente de los Estados Unidos había «autorizado el uso de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo, si es necesario, para una cantidad que queda por definir».
Los rebeldes yemeníes Houthi, respaldados por Irán y que se han enfrentado a una coalición militar liderada por Ryad durante los últimos cinco años, se han atribuido la responsabilidad de los ataques contra las instalaciones del gigante público Aramco.
No hay evidencia de que este «ataque sin precedentes al suministro mundial de energía» haya venido de Yemen, dijo el sábado el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, acusando a Irán de estar detrás del atacar y asegurar que Estados Unidos trabajaría para abastecer los mercados. Teherán declaró los cargos «tontos» e «incomprensibles» por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Abbas Mousavi, quien insinuó que estaban destinados a justificar «acciones futuras» contra Irán .
Irak, por su parte, negó cualquier conexión con el ataque después de que el Wall Street Journal informara que funcionarios estadounidenses y saudíes estaban estudiando la posibilidad de que se pudieran haber disparado misiles contra las instalaciones petroleras desde Irak. El príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, cuyo país es el gran rival regional de Irán, aseguró que Ryad estaba «dispuesto y capaz» de responder a esta «agresión terrorista».