Esta corriente política se consolidó ideológicamente en la primera década del siglo XX, siendo un pensamiento colectivo que agrupa a partidos políticos y a ciudadanos tanto de la izquierda, de la derecha y como del centro.
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Surgimiento del nacionalismo catalán a finales del siglo XIX
Este movimiento surgió a partir del catalanismo, un movimiento cultural nacido en la Renaixença que quería la recuperación del uso de la lengua catalana en la literatura y en la cultura. Este movimiento cogió mucha fuerza en el momento del despegue industrial y económico en Cataluña a finales del siglo XIX pero, sin duda, si hay algo que lo consolida, ese es el desastre del 98, el fracaso español en Cuba y Filipinas que tuvo como consecuencia la repatriación de capitales y fue aprovechado por el nacionalismo catalán para desprestigiar el centralismo y la imagen de España.
Desde el siglo XVIII se tenía en Cataluña la convicción de mantener una comunidad lingüística y cultural diferenciada del resto de España, con sus propias tradiciones y raíces históricas. Al principio no eran muchos los que defendían estos ideales con fervor, sin embargo, más adelante, esta identidad colectiva fue creciendo y adquirió un contenido político, el cual se difundió aprovechando el crecimiento económico que trajo consigo la Restauración.
A partir de ese momento, se crearon varias iniciativas como el Centre Catalá y la Unió Catalanista, de tal forma que para el final del siglo gran parte de la burguesía industrial y comercial catalana empezó a buscar alternativas a los partidos políticos dinásticos para encontrar un espacio político propio, surgiendo la Liga Regionalista.
Nacionalismo catalán en el siglo XX y XXI
Gracias a la Liga Regionalista, el nacionalismo catalán empezó a tener mayor importancia desde principios del siglo XX. En el año 1913 tuvo lugar la creación de la Mancomunidad de Cataluña, un tipo de gobierno autónomo que agrupaba a 4 diputaciones provinciales, dirigido por líderes de la Liga y convirtiéndose en el partido de Cataluña más importante a partir de 1918, aunque se disolvió durante la dictadura de Primo de Rivera. Previamente, Francesc Maciá lideró el primer partido independentista catalán, el Estat Catalá, el cual se unió a partidos y a organizaciones de izquierda para crear Esquerra Republicana de Catalunya.
La guerra civil y la dictadura de España fue una época de represión para todo clase de nacionalismos. A principios de la Transición Española en 1977, se instituyó la Generalidad de Cataluña, convirtiéndose Cataluña en 1980 en una autonomía dentro de España y ganando las elección Convergencia i Unió liderada por Jordi Pujol. Durante los últimos años, el movimiento nacionalista catalán ha estado muy activo luchando por la independencia de la nación, provocando una inestabilidad política, social y económica dentro tanto de la comunidad como en España en general.