La masculinización del rostro cada vez es más demandada

Masculinización del rostro

Las mujeres siempre han encabezado la demanda de procedimientos estéticos y cirugías cosméticas, pero con el paso del tiempo se ha incrementado también la preocupación por la imagen de parte del género masculino. Los tratamientos de renovación capilar y modificación del rostro son los más demandados.

Hoy nos enfocaremos en el procedimiento de masculinización del rostro. Un conjunto de procedimientos que tienen como objetivo principal resaltar todos los rasgos faciales que son signo de masculinidad, por ejemplo la mandíbula cuadrada, los pómulos marcados y las cejas horizontales.

Estos son algunos de los rasgos que usualmente van asociados con el ideal de belleza masculina. A través de un preciso análisis facial, el cirujano tiene la capacidad de identificar los puntos que generan falta de armonía y corregirlos hasta lograr un rostro mucho más masculino, eliminando principalmente los rasgos infantilizados que causan molestias en algunos hombres.

Se buscan resultados discretos y naturales

Los hombres no buscan transformaciones drásticas, sino pequeños retoques que resulten naturales y les permitan conseguir un aspecto mucho más viril. Para esto, el cirujano realizará un estudio detallado de sus facciones, su forma de hablar y gesticular, la sonrisa y la manera en que transmite sus emociones.

A partir de este estudio, los pacientes junto al especialista podrán definir los pasos necesarios para mejorar su aspecto, acentuar determinados rasgos y suavizar lo que consideran como defectos.

¿Cómo se realiza la masculinización del rostro?

Después de la mencionada valoración de las zonas clave en las cuales se pueden aplicar tratamientos estéticos e intervenciones quirúrgicas, se definen los procedimientos a utilizar. Por lo general, se utiliza ácido hialurónico, grasa del propio paciente, y prótesis poco agresivas que permiten modificar ligeramente la estructura ósea de la mandíbula, elevar los pómulos, etc.

En el proceso, el especialista ha de tomar en consideración los cambios que tiene el rostro masculino en su estructura con el paso de los años. El envejecimiento, la musculatura y los depósitos grasos de la piel tienen la capacidad de generar cambios en el aspecto del hombre, lo cual debe tenerse en mente durante la planificación de los procedimientos.

Para generar la masculinización del rostro, el cirujano centra su atención entre áreas clave como:

  • Mentón. Se intenta que este tenga una forma más cuadrada, con la barbilla prominente y bien definida. Es posible que la falta de aspecto masculino pueda deberse a malformaciones del mentón, si este es el caso, es posible realizar modificaciones que además de afectar la estética, también alteren positivamente la funcionalidad.
  • Mandíbula. Vista desde el frente, esta debería ser cuadrada y vista desde el perfil debería tener un ángulo de 90 grados. En caso de no ser así, es posible recurrir a prótesis y rellenos que aporten una mayor definición.
  • Cejas rectas. Las cejas anchas, pobladas y rectas son un elemento característico del rostro masculino. Los caballeros que poseen cejas muy arqueadas, suelen tener una expresión afeminada que no resulta agradable a todos, razón por la cual se pueden realizar pequeñas intervenciones que las vuelvan más rectas.
  • Rinomodelación. Para modificar el aspecto de la nariz, es posible aplicar sustancias absorbibles por el organismo, las cuales tienen la capacidad de corregir imperfecciones ligeras sin necesidad de recurrir a intervenciones invasivas.
  • Aumento de labios. Los labios carnosos y simétricos son otra característica viril en el rostro de los caballeros. Aquellos hombres de labios asimétricos, donde el superior es más delgado que el inferior  (por ejemplo), pueden realizar utilizar bótox para corregir este detalle y mejorar la proporcionalidad.

Por lo general, los procedimientos estéticos pueden realizarse en sesiones cortas en torno a los 45 minutos, sin necesidad de hospitalización ni recuperaciones tardías. Su efecto es inmediato, aunque según el tipo de procedimiento, es probable que los resultados completos sean visibles con el paso de los días.

Con respecto a la duración, los efectos de los rellenos reabsorbibles perduran entre 12 y 18 meses. Esto dependerá de factores como la edad, la cantidad de relleno utilizada y las condiciones propias de la piel del caballero.

En caso de ser necesaria una cirugía, el escenario sería un tanto diferente. Ciertamente, las cirugías necesarias tienen poca complejidad, pero de igual forma requieren un proceso de recuperación antes de reiniciar las labores y actividades sociales. Se recomienda entre 5 y 7 días de descanso para las cirugías de mentón.

Aunque los hombres no están tan acostumbrados a acudir al cirujano, detenerse frente al espejo y conversar abiertamente sobre lo que consideran defectos en su rostro, sí que podemos decir que se vivencia un auge en la solicitud de procedimientos de masculinización del rostro.

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