Cuidar a una persona mayor en casa con condiciones especiales requiere de nuestra máxima atención, disposición y esfuerzo. Al tratarse de familiares, por un lado queremos brindarles todo el cariño que se merecen, pero por el otro, deseamos tenerlo cómodo y seguro para que se sienta bien en su entorno, sobre todo cuando tienen movilidad reducida o muy poca independencia.
Entre las diversas alternativas que tenemos disponibles para brindarles buenos cuidados, están el buscar ayuda profesional, trasladarlos a una residencia de mayores o tener a alguien en casa que pueda acompañarlos y atenderles mientras trabajamos o cumplimos con deberes fuera de casa. Se trata de una situación difícil que debemos afrontar de la mejor manera posible y para ello, hay otros recursos o productos que pueden ser un gran apoyo.
Si hemos decidido cuidar a nuestro ser querido en casa, las camas articuladas con barandillas pueden ser grandes aliadas porque no solo ofrecen un lecho cómodo y adaptable a las necesidades de la persona, sino que además, incluyen un elemento de protección y seguridad que es muy valioso, tanto para el cuidador como para la misma persona.
Estas barandillas evitarán que la persona se caiga al darse la vuelta o cambiar de posición mientras duerme o hace cualquier otra cosa en la cama. En el caso del cuidador, este podrá hacer otras cosas con la tranquilidad de que la persona está protegida, sin riesgos de que suceda algún accidente.
Hay que recordar que una caída desde esa altura puede ser fatal para una persona mayor, desencadenando una fractura de cadera, fémur, brazo o rodilla. Nada puede ser más inconveniente que un accidente de este tipo.
Por otro lado, las propiedades de este tipo de cama ayudan a que la persona pueda cambiar de posición o postura para realizar otras actividades desde el lecho como ver TV, comer, etc.
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La evolución y el uso de las camas articuladas
Anteriormente, las camas articuladas solo eran mobiliario de centros médicos, hospitales y clínicas. Era una estructura bastante aparatosa y de poca estética que si era llevada a un entorno doméstico, difícilmente podía adaptarse al diseño o al ambiente en general.
Hoy en día eso no es así. Por suerte, el mercado ha evolucionado para bien y podemos adquirir camas articuladas de un diseño mucho más compacto pero con las mismas, y hasta mejores, funcionalidades que la típica cama clínica.
Gracias a estas mejoras, donde además se incluyen precios asequibles, es más fácil obtener este tipo de camas y proveer a personas mayores o a quienes las necesiten de una superficie para dormir muy versátil, cómoda y segura.
Camas articuladas y eléctricas
Una cama eléctrica, igualmente del tipo articulada, suma más ventajas. La principal es que la posibilidad de cambiar las posiciones de la cama es mucho más sencilla, solo hay que utilizar un mando a distancia o un panel que puede venir instalado en un costado de la estructura.
Es un excelente beneficio para el cuidador quien no tendrá que esforzarse demasiado moviendo palancas o estructuras de peso para cambiar la posición del lecho. Esta característica también está disponible en camas articuladas matrimoniales. Hablemos con más detalles sobre este tipo de cama.
La variedad y versatilidad de las camas articuladas incluyen diversos tamaños, así que una pareja puede contar con sus características especiales, ventajas y beneficios. Lo interesante es que el hecho de ser una cama matrimonial no indica que ambos lechos deban compartir la misma posición, sino que cada lecho puede adecuarse por separado.
Es una excelente alternativa para parejas que desean dormir juntas pero, cada una atendiendo a sus preferencias a la hora de descansar y conciliar el sueño. Igualmente, al tratarse de una cama eléctrica, cada uno puede adaptar su lecho, según le convenga.
Si se trata de una pareja de personas mayores y una de ellas desea cuidar a la otra, una cama articulada matrimonial es una excelente alternativa de comodidad, seguridad y calidad de descanso.