Si la llegada de Internet cambió nuestras vidas, décadas después del descubrimiento los sitios web siguen siendo imprescindibles para conocer una oferta comercial o cualquier otro tipo de propuesta. Sin embargo, no siempre se valora en su justa medida la importancia del alojamiento web. Por ello, vamos a explicar en qué consiste y cuáles son las claves para elegir la mejor alternativa posible.
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¿Qué debe ofrecer la compañía que se encargue del hosting de nuestro sitio web?
La tecnología de Internet ha logrado que modifiquemos nuestra forma de comprar. Detrás de cada sitio web hay una estructura interna y un alojamiento que se encarga de agilizar la consulta de las distintas secciones disponibles. Solo así es posible que alguien pueda hacer clic en un enlace y que pueda leer o revisar el contenido propuesto.
Por lo tanto, un buen servicio de hosting debe cumplir con algunos requisitos esenciales que garanticen la adaptabilidad total del sitio web a las necesidades de su usuario potencial. Comenzamos subrayando uno de los aspectos que más inciden en el posicionamiento en los distintos buscadores: la velocidad de carga. Según el neuromarketing, una persona que quiera acceder a una página no esperará más de cinco segundos a que esta cargue. Elegir una empresa que garantice que una página cargará en menos de dos segundos es siempre un excelente punto de partida.
Otro aspecto a tener en cuenta es la posibilidad de registrar el dominio por el que se va a reconocer el sitio web. Así, se evitarían duplicidades y se podría elegir la extensión más adecuada para el objetivo final de la página. No es menos importante la cuestión de la seguridad en lo referente a la protección de los datos de los usuarios y de la empresa. Recomendamos que, como mínimo, se confíe exclusivamente en una empresa que disponga de certificados SSL y de protección DDoS para que ningún ataque informático pueda alterar la operatividad del sitio en cuestión.
Finalmente, es muy recomendable inspeccionar las características del panel de control para confirmar si se entiende su funcionamiento y si resulta sencillo afrontar las periódicas tareas de diseño, subida de contenidos y remodelación de la estructura de la página web. Disponer de un servicio técnico las 24 horas es sinónimo de contar con un equipo de profesionales siempre dispuesto a solucionar cualquier problema en cuanto se produzca.
Planes, escalabilidad y personalización
Los tres conceptos merecen su propio apartado al tratarse del de denominador común de cualquier sitio web. Una empresa de alojamiento web siempre dispondrá de distintos planes de precios que deben ser escalables y personalizables. Es decir, el cliente solo debería pagar por lo que va a utilizar en términos de capacidad de memoria disponible. A medida que el sitio web vaya creciendo siempre será posible aumentar las prestaciones e ir adaptándose a los nuevos requisitos que los clientes exijan de la página web. Es suficiente con repasar todos los aspectos anteriores y con ir buscándolos en cada oferta hasta encontrarlos. Mucha suerte con tu nuevo proyecto en Internet.