Un año después de los atentados en Barcelona y Cambrils, en los que murieron 16 personas y 137 resultaron heridas, la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo (DGAVT), dependiente del Ministerio del Interior, continúa recibiendo solicitudes de ayuda y remuneración. Provisionalmente, se han procesado 130 solicitudes de las 407 recibidos, y el Estado ha asignado 9,8 millones de euros en ayuda a las víctimas.
Según el gobierno, una persona puede tener más de un archivo abierto, por ejemplo, uno por lesiones y otro por ayuda psicológica, y por lo tanto, el número de archivos es mayor que el número de personas afectadas por los ataques. Además, un buen número de los heridos fueron licenciados por enfermedad y, por lo tanto, están sujetos a las evaluaciones correspondientes antes de volver al trabajo. Lo mismo es el caso de los afectados psicológicamente que todavía no tienen un diagnóstico que acredite los efectos a largo plazo. En estos casos, el reconocimiento como víctimas puede llevar tiempo, aunque estas personas ya están recibiendo ayuda específica. En total, 70 personas ya han sido legalmente reconocidas como víctimas.
Dicho esto, la atención a las víctimas ha sido incesante y entró en vigencia inmediatamente a partir del 17 de agosto del año pasado. En la misma tarde, el DGAVT activó el ataque al personal de Las Ramblas de Barcelona. Temprano en la mañana del 18 de agosto un equipo viajó a Barcelona, compuesto principalmente por trabajadores sociales con más de 15 años de experiencia en atender a las víctimas del terrorismo.
El equipo permaneció en Barcelona continuamente hasta el 31 de agosto. Durante este tiempo, atendieron a los heridos y sus familias. Sus tareas incluyeron el apoyo en el Instituto de Medicina Forense de Cataluña, la recepción de familiares entrantes en el aeropuerto y la colaboración con consulados y embajadas para fines de repatriación. Todos los heridos que fueron trasladados al hospital, excepto los que fueron dados de alta en menos de 24 horas, fueron visitados en el hospital y se atendieron las necesidades de alojamiento y viajes de sus familias.
Además, del 22 al 29 de agosto, una Oficina DGAVT estuvo operativa en la Delegación del Gobierno en Cataluña. Las víctimas y sus familias, así como el personal del consulado, fueron informados en persona sobre los problemas de atención, incluida la ayuda para presentar solicitudes de compensación. Luego del cierre de esta oficina, la información y la atención a las víctimas continuaron directamente desde la DGAVT, que coordinó las relaciones con consulados y embajadas, el consorcio de seguros y las asociaciones y fundaciones para las víctimas del terrorismo.
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Atención posterior
Una vez concluida la fase de atención inmediata, se asignó a cada miembro de la familia de las víctimas y a cada persona lesionada un trabajador social de la DGAVT, que se preocupó por proporcionar un seguimiento individualizado, atendiendo sus necesidades psicosociales y supervisando su situación psicológica para proponer su derivación a un profesional, siempre sujeto al acuerdo de la víctima.
En el transcurso de estos meses, los heridos y las familias de los fallecidos que residen en España han recibido visitas domiciliarias. El personal de DGAVT también realizó muchas llamadas telefónicas para supervisar el progreso y administrar la burocracia con otras autoridades públicas y servicios de salud para garantizar que las víctimas recibieran la atención adecuada, con más de 700 acciones de este tipo.
Además de la asistencia psicológica inmediata brindada por las diferentes autoridades involucradas, el Ministerio del Interior asumió la atención psicológica continua de 28 personas afectadas por los ataques a través de la Red Nacional de Psicólogos para la Atención a las Víctimas del Terrorismo.
De las 16 personas asesinadas en los ataques, 12 recibieron la Gran Cruz, por lo que las reconocieron como víctimas del terrorismo. Cuatro de los que fueron asesinados no recibieron este premio porque sus familias no han presentado la solicitud hasta la fecha o no han brindado su consentimiento para procesar esta ex officio.
Extranjeros afectados
Ciudadanos de 34 nacionalidades se vieron afectados por los atentados, según la lista proporcionada por la Generalitat de Catalunya. De las 16 personas asesinadas, 10 eran extranjeras, cinco eran españolas y una tenía doble nacionalidad. De las 137 personas heridas, 105 eran extranjeras.
Los heridos y las familias de las víctimas que regresaron a su país de inmediato fueron informadas de sus derechos, ya sea directamente o a través de sus respectivos consulados.
Para proporcionar información, se redactó un informe sobre «Ayuda y compensación a las víctimas del terrorismo», que fue traducido al inglés. Las solicitudes de indemnización por lesiones personales, daños materiales, atención médica y psicológica, y asistencia psicológica inmediata también se tradujeron al inglés y al francés.
A los afectados también se les ofreció el pago de todas las terapias psicológicas que no están disponibles en sus propios sistemas de salud.
El personal de DGAVT respondió por escrito o por teléfono todas las consultas planteadas por víctimas extranjeras y personas lesionadas sobre cómo procesar las solicitudes, la acreditación de su presencia en el lugar del ataque, la fecha límite, los documentos que deben acompañarlos y el procedimiento para procesamiento de archivos. En algunos casos, estas consultas se canalizaron a través de embajadas y consulados en España de los países de origen de las víctimas.
En cuanto a la posible acción judicial, los extranjeros afectados fueron informados por carta del proceso abierto en la Audiencia Nacional, y que el Ministerio Público de este juzgado fue el órgano encargado de su representación y por lo tanto no fue necesario comparecer en persona .