Sánchez: «Este es un programa de coalición progresista para que España avance sin dejar a nadie atrás»

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El presidente en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, firman en el Congreso de los Diputados el acuerdo para formar un Gobierno de coalición progresista.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, firmaron este lunes, 30 de diciembre, el acuerdo de coalición progresista entre socialistas y UP para la formación del próximo Ejecutivo en nuestro país. El acto tuvo lugar en el Congreso de los Diputados en presencia de dirigentes de ambas formaciones y de cargos del Gobierno en funciones. Puedes consultar el texto íntegro del pacto en este enlace y leer, a continuación, la intervención íntegra de Sánchez:

Muchas gracias a todos y a todas.

En primer lugar, como hacía Pablo, quería dar las gracias a los medios de comunicación por acudir a esta comparecencia. También quería las gracias a Pablo y a Pablo Echenique, también a Ione, a Adriana Lastra, a Félix, a María Jesús… porque han sido las personas que han logrado conciliar todos los intereses y conciliar también todas las propuestas, el enorme caudal de propuestas que hemos puesto encima de la mesa las distintas formaciones políticas que vamos a conformar este gobierno de coalición progresista.

Y quiero también empezar por donde terminó Pablo Iglesias. Darle también las gracias a Pablo, a Unidas Podemos por su generosidad y la enorme dosis de responsabilidad que han demostrado durante estos meses tan difíciles de la política española, pero que, efectivamente, han llegado a buen puerto.

Quería haceros unas reflexiones sobre lo que hoy está sucediendo, lo que representa para el país la firma de este acuerdo de Gobierno progresista. Porque hace poco más de mes y medio anunciamos, anuncié personalmente la intención del Gobierno socialista de formar un Gobierno de coalición con Unidas Podemos para la próxima legislatura.

Un Gobierno de coalición que diera repuesta al mandato de las urnas del pasado 10 de noviembre. Una coalición progresista que articulase su acción de Gobierno en torno a un programa progresista. Una coalición progresista, en definitiva, para que España avance. Avanzar en la dirección marcada por una mayoría que nos pide actuar –como bien ha dicho antes Pablo– en defensa del interés social y frente a la desigualdad que es, sin duda alguna, el principal desafío que tenemos como sociedad; avanzar en la conquista de nuevos derechos y nuevas libertades, no solamente tenemos que consolidar los que tenemos, sino que tenemos que seguir avanzando en ellas; avanzar también en nuevos desafíos que tienen que ser retos y oportunidades, y no retos que puedan convertirse en freno para el progreso de nuestras sociedades, como puedan ser, por ejemplo, la digitalización y el cambio climático, cuestiones en la que estamos ambas formaciones políticas comprometidos; avanzar en la cohesión territorial desde el diálogo, el acuerdo y el entendimiento entre diferentes.

Avanzar, en definitiva, es lo opuesto al bloqueo y a la parálisis. Es sacar, en definitiva, a España adelante y progresar. Progresar todos, todas, juntos, sin dejar a nadie atrás.

Y esta es la primera idea que me gustaría compartir con todos vosotros. La idea de reivindicar los valores colectivos, lo que nos une como país, como un fundamento de la política útil. Yo creo que este acto que estamos hoy materializando Unidas Podemos y el Partidos Socialista, Pablo Iglesias y yo mismo, es un acto de reivindicación de la mejor de las políticas: la política útil, la política que sirve a la sociedad, porque la sociedad necesita de las instituciones y de la política. La necesita para encontrar un marco legal que proteja, sobre todo, a los débiles frente a los abusos; la necesita para fomentar la igualdad de oportunidades y el desarrollo de una vida digna, que ha sido puesta en cuestión por el desarrollo de la crisis económica y de las políticas austericidas; la necesita también para afrontar desafíos que no admiten más demoras, que tienen que ver con las transformaciones profundas que está sufriendo nuestra economía, nuestras instituciones y también nuestras sociedades.

Y si alguien tuviera que preguntar cuál es la idea central de este acto, la raíz, en tronco del programa conjunto que hoy estamos presentado el PSOE y UP –si me permites Pablo–, creo que sería, sin dudarlo, la idea de progreso.

Este es un programa de una coalición progresista, pensado para hacer progresar a un país que lo tiene todo para ser aún mejor de lo que ya es hoy. Un país que tiene condiciones para ser referente en tantos ámbitos y afrontar las grandes transformaciones que tenemos por delante y que están explicitadas en el documento que hemos firmado: consolidar el modelo productivo basado en la digitalización de nuestra economía; luchar por la creación de empleo y que ese empleo sea también digno; que también permita sostener unas pensiones dignas para nuestros jubilados; una transición ecológica que tiene que ser justa para combatir los efectos, la mitigación y la adaptación al cambio climático;  la igualdad real entre hombre y mujeres, como bien decía antes Pablo, y, en definitiva, avanzar en la justicia social.

Este programa de gobierno encara esos desafíos o amenazas –y creo que esto es lo importante– como oportunidades para construir una España mejor, una España más justa, una España más solidaria.

Y lo haremos con compromisos claros, concretos, con una hoja de ruta transparente que pueden ustedes encontrar en el documento y que yo no quiero tampoco explicitar en esta intervención. Pero sí quería decir algo. Yo siempre ha creído que en política no basta con estar, hay que actuar, y hay que avanzar con lo que es posible aquí y ahora. Este programa representa nuestra voluntad conjunta, la del PSOE y la de UP, ya no solo de ser Gobierno, no solo es ser Gobierno, sino hacer Gobierno, ir más allá del hecho de compartir un Consejo de Ministros, que va a ser inédito en la historia democrática de nuestro país, sino que vamos a compartir políticas, vamos a compartir propuestas, vamos a compartir proyectos, también vamos a compartir ilusión por mejorar España. En definitiva, por mejorar la vida de la gente que es para lo que nos pagan y para lo que servimos en política.

Sé que el reto es enorme. Tenemos un país extraordinariamente diverso en lo territorial, también en lo ideológico, como ilustra la aritmética parlamentaria que vamos a tener en el Congreso de los Diputados. Pero ambas certezas hacen complejas, sin duda alguna, la gobernabilidad, pero, en modo alguno, la imposibilitan como algunos pretenden hacer creer. Donde algunos ven una excusa para el bloqueo, yo veo estímulo, una gran oportunidad para hacer las reformas que necesita nuestro país. Yo nosotros no vamos a rendirnos en ese empeño.

Mirad, se han configurado después del 10 de noviembre, aunque ya lo vimos también previamente, dos actitud y dos campos: la España que avanza y la España que bloquea. Los partidos que se han alineado en una u otra postura van más allá de la orientación de izquierdas o de derechas, o de las opciones territoriales si nos apuramos. En el campo de la España que quiere avanzar predominan las fuerzas progresistas. Aquí está el Partido Socialista y Unidas Podemos. Y en el campo del bloqueo hay partidos de mucha índole: está la ultraderecha, está la derecha, de ámbito nacional, también hay fuerzas independentistas, nacionalistas e incluso algunas fuerzas que se dicen independentistas y de izquierdas… en definitiva, la composición del Parlamento no la hemos elegido nosotros, la han votado los españoles y nosotros somos los que tenemos que traducirla en Gobierno, que es lo que estamos haciendo hoy. Y lo hacemos con dos únicas vías que existen: una es el diálogo y la otra es el acuerdo.

Una es el diálogo y otra es el acuerdo. Si prevalece el espíritu de los firmantes de este acuerdo, del PSOE y Unidas Podemos, podemos hacer de esta legislatura un tiempo útil para nuestro país. La gente exige –con toda la razón del mundo– que la política aporte soluciones reales a problemas reales, y por eso es hora de ofrecérselas. Por eso nosotros estamos firmando el documento que estamos firmando hoy.

Para concluir, porque me he extendido más de lo que pretendía inicialmente, me gustaría dirigirme expresamente y directamente a la ciudadanía: este acuerdo obedece a una nueva normalidad institucional, presente en muchas democracias de nuestro entorno. Los gobiernos de coalición son parte de esta nueva normalidad que tenemos que asumir con inteligente y con generosidad. Y, sobre todo y ante todo, con vocación de compartir el poder para fortalecer a nuestras instituciones.

Este acuerdo es una oportunidad para revitalizar la política, para regenerar la vida política. La política útil, la política que sirve, la política –en definitiva– que está al servicio de la gente, y sobre todo la gente que más sufre, la gente que más necesita de la política.

Quienes la impulsamos sabemos que no tenemos mayoría parlamentaria: somos perfectamente conscientes de ello. Pero sí tenemos algo muy valioso: la voluntad y la determinación de forjar una mayoría, día a día, ley a ley, presupuesto a presupuesto, con hechos concretos. La voluntad de hacer camino al andar.

Se trata de que el parlamento nos permita empezar a caminar, y de que el mismo parlamento empiece a caminar en paralelo al Gobierno. En cada ley que se tramite, en cada presupuesto, en cada acuerdo necesario para sacar adelante las reformas que exige y que necesita nuestro país, estaremos despejando ese camino. Y lo vamos a hacer con un solo gesto, que es el gesto de hablar: hablar para entendernos o para discrepar, hablar para para acordar o para disentir, hablar para pactar o para también confrontar; hablar, deliberar, debatir, en definitiva, para que la democracia se abra paso allí donde tiene su templo, que es esta casa, que es el parlamento de todos los españoles y españolas.

Lo haremos sabiendo que nadie está en posesión de verdad absoluta, que habrá otras alternativas, visiones, propuestas que deben y merecen ser escuchadas. Pero también lo haremos con la certeza de que nuestro país, de forma mayoritaria ha dicho clara y rotundamente, no una vez, sino dos veces este año en unas elecciones generales y cinco veces en los procesos electorales a los cuales ha sido llamado durante este año, que quiere avanzar y no bloquear, y que prefiere tomar el camino progresista que estamos ofreciendo con este acto.

Pedimos a las demás fuerzas parlamentarias que se sumen al avance no al bloqueo, pedimos que se sumen al diálogo y no a la confrontación: ese es el mandato que asumirá el Gobierno si obtenemos la confianza mayoritaria para poder liderarlo y este es el programa, ambicioso, valiente y, por encima de todo, como decía al comienzo de mi intervención, progresista con el que pretendemos hacerlo realidad.

Como he dicho al principio de mi intervención, gracias, Pablo; gracias, Unidas Podemos; gracias también al Partido Socialista por vuestra generosidad y vuestra responsabilidad, y esperamos que más pronto que tarde podamos hacer realidad toda esa capacidad y voluntad de ideas, de proyectos y de energías que, sin duda alguna, estamos dispuestos a canalizar y a poner en marcha en cuanto tengamos confianza de la Cámara. Muchas gracias.

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