Según los últimos estudios publicados, en el año 2.100 perderemos la mitad de la población española respecto a los datos actuales y casi dos tercios de la población activa. Una proyección que está estimada sin flujos migratorios positivos o negativos y una evolución de las tasas de mortalidad similar a la prevista por el INE en las próximas décadas.
Estos datos aseguran que dentro de poco más de 80 años la pirámide demográfica en nuestro país será invertida y con una población envejecida. Realmente, los datos no son demasiado optimistas ya que esta población será difícil de mantener debido a la escasez de población activa.
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La segunda mayor tasa de dependencia del mundo en el 2050
Ya a finales del 2017, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió a España de este problema. Según los informes que maneja esta organización, nuestro país tendrá en el año 2050 la segunda mayor tasa de dependencia del mundo, solo superada por Japón.
Las estimaciones iniciales apuntan que en dicho año España contará con hasta 77 jubilados por cada 100 habitantes. Lo que quiere decir que en el 2050 el 53,2% de la población tendrá más de 65 años. Unos números muy elocuentes frente al 30,6% del 2015 o el 19% de hace 40 años.
Subirá la edad legal de jubilación
Es evidente, por tanto, que el envejecimiento de la población se acelerará a un ritmo muy rápido en España. Esto provocará, entre otras cosas, que la edad legal de jubilación, actualmente establecida en 65,3 años, se sitúe en el año 2027 en los 67 años.
El pasado mes de abril, el banco UBS apuntaba que el futuro económico de la población española no era demasiado brillante. España será uno de los países de la eurozona que presentará mayores dificultades para mantener el crecimiento, junto con Grecia, Portugal e Italia. Y todo ello se deberá, precisamente, al rápido envejecimiento de su población.
Las cifras de este estudio son muy similares a las que presenta la OCDE. En Europa, España será el país más envejecido en el 2050, muy por delante de otros como Italia, Portugal, Alemania, Francia o el Reino Unido.
La baja tasa de fecundidad en España
Todo lo expuesto hasta ahora es evidente que no se trata de un asunto menor. Máxime si tenemos en cuenta la baja tasa de fecundidad en España. La edad media de las mujeres en su primer parto ha pasado de los 25 años en los años 80 del siglo pasado a casi 31 años en 2016. En los hombres, por su parte, la paternidad ha crecido de los 30 a los 34 años en el mismo periodo de tiempo.
Los tres fenómenos demográficos que le esperan a la población española en el futuro se pueden resumir en una caída de la tasa de fecundidad Retraso en la edad de procrear por razones económicas y sociales Fuerte aumento de la longevidad.