El Congreso ha dado luz verde a la última prórroga del estado de alarma hasta el 21 de junio, con 177 votos a favor, 155 en contra y 18 abstenciones.
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha realizado este miércoles un llamamiento a todos partidos de la Cámara a la “concordia” y a la necesidad de “una nueva actitud política: la del entendimiento”, para transformar definitivamente España.
El líder socialista ha señalado que “nuestro país necesita soluciones urgentes” y ha pedido trabajar “con urgencia y con responsabilidad, por el bien común”, “desde la misma bandera” y dejando a un lado “la costumbre de la crispación”.
En el pleno en que ha solicitado a los grupos parlamentarios su apoyo para una última y definitiva prórroga del estado de alarma, para culminar la desescalada y llegar a la nueva normalidad, Pedro Sánchez ha destacado que “el enemigo es el virus” y que “la política debe servir para combatirlo unidos”. “El virus no puede ser el pretexto para dividir y combatir al adversario. Menos aún, utilizando las víctimas como arma arrojadiza o apropiándose de una bandera que es de todos y que ondea hoy a media asta en el luto oficial más prolongado de nuestra historia”.
En ese sentido, Sánchez ha advertido sobre el “veneno del odio”; “el más dañino porque corroe las sociedades y aniquila las comunidades”, como estamos viendo en Estados Unidos, “y no queremos verlo cuajar en España”. “No al veneno del odio, no a la violencia física ni a la violencia verbal. No al insulto. No a la provocación. No queremos eso para nosotros ni para nuestros hijos. Nuestros padres no se sacrificaron para eso”, añadió.
Pedro Sánchez ha insistido en que “necesitamos reconstruir con urgencia” el país. Un país “con más igualdad, con más convivencia, con más justicia social. “Hay millones de personas ahí fuera que esperan concordia, que esperan de nosotros serles de utilidad, que esperan que les resolvamos los graves problemas que se les acumulan debido a la crisis sanitaria”.
“El país que necesitamos es aquel que fomente la productividad de sus empresas con más innovación, con más formación y con más motivación y estabilidad para los empleados. Es el que debe restaurar los derechos sociales en la sanidad, en la educación, en la dependencia, en las pensiones”. Y también el que ha puesto en marcha el Ingreso Mínimo Vital.
“El país que necesitamos es aquel que impulse de nuevo el crecimiento económico, la digitalización de nuestra economía, la transición ecológica, la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres” –punto éste que ha reivindicado con un “viva el 8 de marzo”, respondido con aplausos por el hemiciclo-; además de “el diálogo y el entendimiento de una España unida en su diversidad y comprometida con Europa”. En definitiva, un país que “solo lo vamos a poder construir juntos”, “desde el acuerdo total, pero sí desde el pacto entre diferentes”.
Sánchez que ha subrayado la eficacia del estado de alarma como herramienta para luchar contra la pandemia –y prueba de ello es que hoy ya no ha habido víctimas mortales por el Covid-, ha mostrado su comprensión con la impaciencia de los actores económicos, durante el proceso de desescalada, pero ha recordado que “no hay elección entre salud y negocio. Sin salud pública no hay negocio que dure abierto al público”.
También su extrañeza porque algunos partidos políticos, a partir de un determinado momento, dejaran de considerar útil lo que estaba indiscutiblemente siéndolo. O considerasen que restringía las libertades, cuando “todas han persistido durante el estado de alarma”. Por eso ha subrayado que “quien desee oponerse” a esta herramienta constitucional “tendrá que recurrir a cualquier otro pretexto, pero no desde luego a la libertad. La libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, las libertades democráticas se han ejercido sin más límite que las garantías sanitarias”.
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Decreto ley para la nueva normalidad
Pedro Sánchez ha explicado que esta última prórroga del estado de alarma, que se prolongará hasta las cero horas del 21 de junio, permitirá a los territorios que se encuentren o pasen a la fase 3, que sea el presidente o la presidenta de la comunidad autónoma quien, en su nueva condición de autoridad competente delegada para ese territorio, tenga la facultad de decidir si mantiene o modifica, y cómo, las medidas contenidas en la orden de fase 3 publicada el pasado sábado. Además, será la comunidad autónoma quien decida la superación de la fase 3 y, por tanto, el paso a la nueva normalidad.
Precisamente en este punto, el presidente ha recordado que “la gestión de todas las competencias reconocidas en los estatutos de autonomía estuvo siempre en manos de los respectivos gobiernos autonómicos” y que “cada comunidad autónoma pudo realizar las gestiones en su ámbito sin freno estatal. Es más, tuvo el apoyo estatal”.
Un buen ejemplo de ello –dijo- fueron los “hospitales provisionales que se instalaron y equiparon con la iniciativa de ciertas CCAA y el apoyo de las Fuerzas Armadas. ¿Cómo hubieran podido tomar medidas así si no hubieran tenido competencias? Las tenían y además contaban con el apoyo y los recursos del Gobierno, como es el caso de las FFAA”.
También anunció que en el Consejo de Ministros del próximo martes 9 de junio se aprobará un Real Decreto ley para la nueva normalidad, que recopilará todas las medidas de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, tras la expiración de la vigencia del estado de alarma, que en principio se produciría ya en todo en territorio a partir del 21 de junio.
“Estas medidas se abordarán en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, del que forman parte el Gobierno de España y las consejerías de sanidad de las comunidades autónomas. Se trata, en definitiva, de aunar en una sola norma las medidas sanitarias que tendremos que continuar observando hasta que tengamos una vacuna o un tratamiento eficaz que nos permita recuperar nuestros hábitos anteriores con toda seguridad y, por tanto, evitar el riesgo de un rebrote de la pandemia”, afirmó.
Fondo Next Generation EU
Pedro Sánchez ha explicado pormenorizadamente el contenido de la propuesta de la Comisión Europea del fondo denominado Next Generation EU, cuya cuantía final se ha elevado a un total de 750.000 millones de euros: 500.000 en transferencias directas y 250.000 en préstamos.
Relató que esas cantidades están articuladas en torno tres pilares fundamentales: la RRF (Recovery and Resilience Facility, Servicio de Recuperación y Resiliencia), dotado con 560.000 millones de presupuesto, y directamente ligado a las reformas que deberemos emprender para abordar la crisis. Y el “REACT-EU” (de 55.000 millones), semejante a los Fondos de Cohesión, que se distribuirá conforme al impacto de la crisis, y cuya misión será apoyar a trabajadores, PYMES, sistemas sanitarios, la transición digital y sectores afectados (del turismo a la cultura).
A ello se suma otro pilar, el que se refiere a la inversión privada, y desarrolla un nuevo Instrumento de Apoyo a la Solvencia que servirá de aval para que el Banco Europeo de Inversiones pueda proceder a su distribución. Y un tercer pilar que supondrá el desarrollo de un nuevo sistema europeo de sanidad, dotado con 9.400 millones de euros, para prevenir y preparar futuras crisis sanitarias y mejorar los objetivos ligados a la salud en el largo plazo.
Subrayó que España se podría beneficiar de unos 77.000 millones de euros en transferencias directas y unos 63.000 millones en créditos, es decir, unos 140.000 millones a cargo del Next Generation EU. “Una propuesta sin duda favorable para nuestros intereses, se mire desde donde se mire, tanto en la cuantía como en las condiciones en las que se formula”.
Tras reconocer que aún nos aguarda una larga y ardua negociación antes de llegar al acuerdo definitivo, Pedro Sánchez ha recordado que, “desde el primer momento hemos sostenido que, 72 años después, Europa necesitaba un nuevo Plan Marshall”.
“Un plan que, necesariamente, habrá de descansar sobre los tres vectores que determinan nuestro presente y también nuestro futuro más inmediato: la transformación medioambiental, la digitalización de la economía y la creación de empleo de calidad adaptado a las nuevas estructuras productivas”; y unos principios sobre los que “tendremos que alcanzar nuestros propios acuerdos de reconstrucción: un plan de recuperación e inversión de una magnitud sin precedentes, a cuya preparación consagraremos a partir de ahora todos nuestros esfuerzos desde el Gobierno de España”.
“Ese es, el horizonte que nos aguarda. Y creo que es un escenario de la suficiente trascendencia como para hacer, una vez más en esta Cámara, una llamada a aparcar la mezquindad y la irrelevancia de la pequeña política, y dedicarnos todos a una labor que exigirá durante los próximos meses lo mejor de nuestras disposiciones y nuestras capacidades como líderes y representantes de nuestro país”.
“En 1948 EEUU salvó a una Europa devastada por la 2ª Guerra Mundial. Y nadie salvó a España destruida por una contienda civil. Hoy, en 2020, Europa, señorías, debe salvar a Europa. Y España, dentro del marco europeo, debe salvar a España”, concluyó.