Las criptomonedas se han convertido en un activo financiero más para que los traders puedan diversificar su cartera o encuentren refugio en periodos de convulsión económica o política. Pero, ¿qué son exactamente estas divisas? ¿Es posible practicar el trading con criptomonedas? ¿Cómo funciona?
La primera criptodivisa, el Bitcoin, se creó nada más empezar el año 2009 y su tecnología sirvió de base para el nacimiento de otras monedas virtuales como el Ethereum, el Ripple, el Litecoin, el Monero o el Dash, ampliando el abanico de instrumentos financieros con los que operar mediante una plataforma de trading como por ejemplo, la MetaTrader 5.
Actualmente existen más de 2.000 criptomonedas y solo las 100 primeras suman una capitalización de mercado de más de 300.000 millones de dólares. El Bitcoin es la más valiosa, a mucha distancia de la segunda, el Ethereum: supera los 200.000 millones de dólares de capitalización y cotiza a más de 12.000 dólares la unidad, según el portal especializado Coinmarketcap.com.
En el último trimestre de 2018 la capitalización del mercado de criptomonedas cayó desde los 223.000 millones de dólares hasta los 125.000 millones mientras que el volumen de transacciones diario cerró el año con un 60% menos de operaciones, según el informe sobre ‘Criptomercados y Blockchain’ del Observatorio de Digitalización de Financiera de Funcas en colaboración con Finnovating.
La tecnología que está detrás de estas divisas es el Blockchain, una cadena de bloques a donde se verifican y anotan las transacciones y se guardan los monederos electrónicos en los que los propietarios almacenan sus criptodivisas.
Trading criptomonedas: ¿En qué consiste?
El trading con criptomonedas es ya una opción más para cualquier trader que busca oportunidades en diferentes mercados. A diferencia del mercado tradicional de divisas, el valor de estos activos virtuales se basa en la oferta y la demanda y no sufre el impacto de eventos económicos o políticos como ocurre con el Forex, por ejemplo. No obstante, son activos con una elevada volatilidad.
La forma más sencilla y segura de invertir en criptomonedas es a través de CFD o contratos por diferencias, instrumento que permite especular con los movimientos de precios de las divisas virtuales sin necesidad de ser propietario de ellas. ¿Cómo? Los CFD son un contrato entre el trader y el bróker en el que el primero pronostica que el precio va a subir o va a bajar. Si el mercado se mueve en el sentido que ha previsto, el trader ganará la diferencia entre el precio cuando abrió la posición y el precio cuando la cierra. En caso contrario, obtendrá pérdidas.
Los CFD son productos derivados, basados en un activo subyacente, que permiten operar con apalancamiento, es decir, no se necesita un capital inicial muy elevado para abrir la posición sino tan solo aportar un pequeño porcentaje del valor total asumiendo que, igual que esta herramienta puede multiplicar nuestras ganancias, también puede multiplicar las potenciales pérdidas.
La operativa con criptomonedas a través de CFD es similar al Forex ya que se emparejan con otras monedas, aunque están sometidas a una volatilidad mucho mayor que los pares de divisas de curso legal por lo que también son una fuente de oportunidades. Además, cuentan con una cotización continua de 24 horas los siete días de la semana, a diferencia de las divisas tradicionales que cotizan 24 horas al día pero 5 días a la semana.
En el caso concreto de las criptomonedas, los contratos CFD permiten emparejarlas con otras monedas, como en el mercado de divisas. Los traders podrán así especular sobre la subida o la caída de estos activos sin necesidad de poseerlos. Al fin y al cabo, se trata de un contrato entre dos partes, el trader y el broker, que en la fecha de vencimiento del mismo intercambian la diferencia entre el precio de la criptodivisa al inicio de la firma y el precio final.