Un Clásico del fútbol español será siempre un partido distinto, aunque sea un amistoso. Durante este año hemos tenido una serie de Barcelona – Real Madrid que se han alternado con notable frecuencia. Eso porque el destino quiso que se jugara una semifinal de Copa del Rey a doble turno y poco antes del Clásico de vuelta del campeonato nacional. Es decir que el 27 de febrero y el 2 de marzo que viene blancos y blaugranas se verán las caras dos veces consecutivas en el Santiago Bernabéu. Algo prácticamente inédito hasta el momento.
Lo que queda claro es que el espectáculo estará garantizado, tanto para los aficionados de ambos equipos como para los que disfrutarán de estos dos partidos como simples amantes del fútbol de élite. Estamos hablando, de hecho, de la que tal vez sea la rivalidad más picante de todo el balompié mundial, ya que en los últimos años se ha extendido a clásico español a clásico mundial.
Después del partido de ida que ha jugado en el Camp Nou y ha terminado con un empate a 1 que sobre el papel parece favorecer al Madrid, muchas son las previsiones que se pueden hacer de cara al encuentro de vuelta, aunque hay que recordar que ambos conjuntos vendrán de sus compromisos en la Champions League, una competición que suele agotar a nivel físico y mental a muchos jugadores.
Además, el historial de los choques entre Madrid y Barça en las semifinales está lleno de partidos duros y complicados, lo que presenta un escenario exigente para los dos grandes del fútbol español. Los dos rivales se han ido repartiendo el dominio en las últimas décadas. Hasta la llegada de Pep Guardiola al banquillo del Barça, es decir hasta el 2008, ha sido el conjunto blanco el que se solía llevar la mayoría de choques directos, sobre todos los que valían una semifinal de Copa del Rey o de Champions League. La gran remontada de los blaugrana ha empezado algo tarde pero tiene un gran logro en la victoria de las semifinales de Champions League en la temporada 2010-11, cuando Lionel Messi paseó a todo el Madrid en el partido de vuelta del Bernabéu dejando a los hombres entonces entrenados por José Mourinho sin una final muy deseada.
En el próximo encuentro lo que no faltará será la garra y la firmeza en las acciones. Si el equipo entrenado por Santiago Solari tiene la ventaja de haber marcado un gol en campo contrario, el conjunto de Ernesto Valverde no tendrá mucho que perder si decidirá atacar a rienda suelta.
Las estadísticas y los cálculos no suelen valer mucho en partidos como éstos, en los que vale más una buena condición anímica y psicológica que el estado físico. El Bernabéu será teatro de otro gran acto de la rivalidad más bonita y ruda de todo el fútbol español y, tal vez, del mundo entero.