Tras la tensión acumulada después de tantos meses, al final no ha podido ser. Ver a Djokovic es una de las imágenes que no se irá de la retina de los millones de espectadores que siguieron la final desde la cancha de juego y diferentes plataformas digitales. El número 1 del mundo venía arrastrando tensiones y presión sobre todo desde los Juegos Olímpicos de Tokio. Durante el último descanso del partido, Mendvedev hizo servicio para cerrar por segunda vez con 5-4 con el marcador a su favor. La presión pudo con el campeón del mundo, sobre todo cuando fue consciente de su derrota. Medvedev ganaba así su primer gran premio frente al número 1 del mundo.
Esta inestabilidad de Djokovic le sirvió al ruso para aumentar su superioridad en el terreno de juego. Con 12 títulos en las últimas 4 campañas, se encuentra a 1.353 puntos del serbio en el ranking ATP. Ha disputado 17 finales y ha ganado 147 partidos. En 2019 fue finalista en el US Open. Una trayectoria nada desdeñable para Medvedev. El serbio ve en Medvedev y Zverev al relevo generacional del “Big Three”, algo que resulta inevitable por otra parte. Seguramente Djokovic no volverá a las canchas hasta el próximo Open de Australia 2022. Se merece un largo descanso y recuperación después de la intensidad vivida en los últimos tiempos. Otras de las figuras que no se encuentran confirmadas por el momento son Nadal y Federer. Ambos se encuentran en proceso de recuperación de las lesiones de las que están aquejados.
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Lo que está claro es que los tiempos están cambiando en el mundo del tenis. Atrás queda la hegemonía que durante tantos años elevó a Nadal, Federer y Djokovic al olimpo de los Dioses. En estos momentos, Djokovic era el único referente de este trío que podía haber dado la campanada en el US Open. Después de la retirada de Nadal por lesión, las miras estaban completamente puestas en él. No ha podido ser, pero al mismo tiempo hemos sido espectadores de la llegada de una savia nueva que promete seguir emocionándonos al igual que sus antecesores sobre las pistas de tenis.