Cómo prevenir la cistitis con probióticos

Prevenir la cistitis

Las infecciones urinarias son un problema común y recurrente tanto en hombres como mujeres, aunque en estas últimas tiene una incidencia mayor. Según se menciona en el blog de consejos para la salud Tu Equilibrio y Bienestar, una de las medidas preventivas que es posible aplicar para prevenir la cistitis es la ingesta de probióticos.

Por lo general, el tratamiento para las infecciones urinarias incluye antibióticos, a los cuales el organismo puede desarrollar resistencia, disminuyendo su capacidad de acción. Entonces, la prevención se convierte en la principal herramienta disponible, siendo una alternativa el consumo de probióticos. Por supuesto, esto es algo que debe ser tratado por un médico especialista.

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Síntomas y causas de la cistitis

Las infecciones del tracto urinario son bastante frecuentes, especialmente la cistitis, que se manifiesta en el 50% de las mujeres en algún punto de su vida. Entre los síntomas más comunes de la cistitis, encontramos lo siguiente:

  • Dolor al orinar.
  • Escasa expulsión de orina.
  • Urgencia miccional, es decir, ganas fuertes y repentinas de orinar.

Esta infección del tracto urinario puede convertirse en recurrente, incluso tras recibir el tratamiento antibiótico, sucediendo más de dos veces durante el lapso de un año. Cuando esto ocurre, la calidad de vida de la persona puede verse seriamente afectada. Las causas de la cistitis en mujeres pueden ser diversas, siendo la disminución de los lactobacilos una de ellas.

Prevención de la cistitis con probióticos

Las infecciones del tracto urinario pueden ocurrir a causa de un crecimiento descontrolado de microorganismos patógenos como la bacteria E. coli, capaz de invadir el perineo, así como la entrada de la vagina y alcanzar el tracto urinario. Considerando lo anterior, el uso de probióticos para cistitis puede ayudar a que se controlen los microorganismos patógenos junto a las defensas.

El uso de probióticos para la prevención de la cistitis se ha convertido en algo habitual, siendo recomendada como coadyuvante en la terapia antibiótica. Su función principal será el control del crecimiento de bacterias como la E. coli, equilibrando la microbiota intestinal y vaginal. Restaurando la flora vaginal, es posible prevenir la aparición de infecciones.

Por general, se utilizan probióticos de forma preventiva, los cuales incluyen poblaciones de lactobacilos como L. plantarum CECT8675 y CECT8677, L. crispatus, cuya función principal es reducir la efectividad de otros patógenos causantes de infecciones en el tracto urinario. Alcanza su máxima eficiencia con su uso continuado tras una terapia con antibióticos.

Los probióticos resultan efectivos y seguros para la prevención de cistitis y otras infecciones urinarias en mujeres adultas. Esto ocurre debido a que las poblaciones de lactobacilos son habitantes naturales de la vagina y un nivel saludable de los mismos puede hacer que las infecciones se mantengan bajo control.

Todo lo anterior va acompañado de ciertas medidas, tales como una correcta higiene íntima, ingesta de abundante agua, evitar retener la orina por más de dos horas, orinar antes y después de mantener relaciones sexuales o cambiar de bañador y evitar mantener demasiado tiempo la humedad en la zona vaginal tras el baño en la playa o piscina.

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