La Organización Mundial de la Salud calcula que 40.000 millones de personas en el mundo tienen enfermedades crónicas e incurables con necesidad de cuidados paliativos. De estas, 170.000 se encuentran en España. Además, “la necesidad mundial de Cuidados Paliativos seguirá aumentando como consecuencia de la creciente carga que representan las enfermedades no transmisibles y del proceso de envejecimiento de la población” – World Health Organization (2018, 19 Febrero)
Los cuidados paliativos son necesarios para prevenir y aliviar el dolor y sufrimiento que experimentan los pacientes de distintas enfermedades graves. Adultos y niños pueden necesitar cuidados paliativos al padecer una enfermedad en fase avanzada que limita su esperanza de vida. Los cuidados paliativos no sustituyen los tratamientos específicos para las enfermedades, sino que se reciben a la vez. También, ayudan a identificar tempranamente el dolor y a tratarlo sea este de origen físico, psicosocial o emocional.
Estos cuidados deben ser un derecho fundamental y ser accesibles para todos los ciudadanos que los necesiten. Por este motivo, deben estar integrados en los sistemas de salud de los gobiernos. Los cuidados paliativos pueden ser administrados tanto en domicilios, hospitales y centros residenciales, según la necesidad de cada paciente, por equipos médicos, enfermeros, nutricionistas, psicólogos, masajistas y terapeutas, entre otros.
Según la OMS, los pacientes que necesitan cuidados paliativos sufren enfermedades como: enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas, sida, diabetes, insuficiencia renal, enfermedades hepáticas crónicas, esclerosis múltiple, Parkinson, artritis reumatoide, enfermedades neurológicas, demencia, anomalías congénitas o tuberculosis. Estas enfermedades pueden provocar dolor que debe ser tratado con cuidados paliativos, entre ellos los analgésicos opiáceos.
Los métodos de administración de los tratamientos de cuidados paliativos deben ser lo menos agresivo e invasivos. Ya que, deben centrarse en el bienestar y confort de los enfermos. Por ello, se trabaja para reducir la incomodidad y molestias cuando se administran los tratamientos. Estos pueden administrarse por vía oral, pero cuando esta es impracticable se suele optar por la vía intravenosa y subcutánea.
La vía de administración subcutánea presenta numerosas ventajas, ya que son menos invasivas e igual de efectivas que la vía intravenosa. Esta puede administrarse cuando el paciente sufre náuseas, vómitos, coma, convulsiones u otra dolencia que impiden la administración por vía oral. La administración subcutánea mejora la calidad de vida del paciente, es poco dolorosa y presenta menos efectos secundarios. Además, es fácil de utilizar, puede inserirse en más puntos y facilita la colocación, mantenimiento y manejo de la vía. La infusión subcutánea es óptima para el cuidado domiciliario del paciente, reduce el riesgo de infección y es más segura.
En cuanto a las novedades de infusiones subcutáneas, se encuentra NeriaTM Guard de la empresa de productos y tecnología sanitaria mundial ConvaTec. Este set de infusión subcutánea es automático, efectivo, seguro e intuitivo. Es un dispositivo fácil de usar que puede ser utilizado por pacientes, familiares y personal sanitario poco experimentado.
NeriaTM Guard minimiza las posibilidades de error de inserción reduciendo el dolor y posibles complicaciones, así como el tiempo de administración. El sistema cuenta con una inserción automática , lo que es más práctico y seguro para el paciente en el cuidado domiciliario. Se evitan pinchazos accidentales, mejorando la calidad de vida de los pacientes que lo necesitan y consiguiendo que estos tengan mayor autonomía y bienestar.