Son muchas las personas que físicamente no se ven del todo bien debido a que tienen un exceso de peso. Y también son muchas las que deciden hacer constantemente dietas para bajar de peso. Pero no lo consiguen.
A continuación, Luis Altuna, entrenador personal en Bilbao nos explica cinco causas frecuentes por las que no estás perdiendo peso como deberías y nos muestra algunas ideas prácticas para conseguirlo.
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1. Pierdes peso pero no te das cuenta
Tu peso está continuamente fluctuando debido a los diferentes niveles de hidratación, retención de líquidos, glucógeno, contenido que tengas en el estómago, etc.
Es importante que te peses siempre en condiciones similares para que las desviaciones sean mínimas.
No obstante, recuerda que el peso es solo una métrica que sirve para analizar el progreso, pero no tiene por qué ser la principal.
Si estás entrenando fuerza y ganas masa muscular, es posible que hayas perdido 2 kilos y ganado uno de músculo, por lo que la báscula te marcará que sólo has perdido 1 kilo cuando no es así.
Sin embargo, si no estás entrenando fuerza y pierdes 2 kilos y 1 de músculo, la báscula indicará que has perdido 3 cuando no es cierto.
2. Ingieres más cantidad de lo que crees
Es muy frecuente pensar que llevas la cuenta de lo que comes cuando en realidad no es así. Por ejemplo, puedes estar subestimando las raciones y porciones, creyendo que comes menos cantidad de la que en realidad es. También puedes pensar que estás comiendo buenos alimentos en tus platos principales, y estás pasando por alto los complementos, salsas o aderezos que están usando en ellos (y que son los que están afectando tu peso).
3. Te excedes con alimentos procesados
Puede que estés abusando de alimentos procesados o ultraprocesados que son los que más engordan y menos nutrientes aportan.
La comida real, la saludable, está formada por alimentos frescos sin procesar o mínimamente procesados. Este tipo de alimentos son más saciantes y facilitan el control de calorías. Requieren más energía para el proceso digestivo permitiendo reducir las calorías que finalmente se absorben.
4. No comes suficiente proteína
Los planes de alimentación ricos en proteína permiten mejorar la composición corporal porque incrementan la saciedad (la proteína es el macronutriente más saciante), aumentan la termogénesis (hasta un 20-30% de las calorías se consumen en el proceso digestivo) y reducen la pérdida de músculo (o incluso ayudan a ganar masa muscular si se acompaña de un entrenamiento de fuerza).
5. Te relajas en exceso el fin de semana
También es frecuente ver que de lunes a viernes se lleva a cabo de forma constante una correcta alimentación y cuando llega el fin de semana se producen importantes excesos de comida basura, falta de ejercicio e ingesta de alcohol.
El problema no se produce en que puedas comer algo de comida procesada o ultra procesada durante el finde o durante un día en concreto, sino cuando piensas que solamente tienes dos días para aprovechar y comer lo que quieras y te excedes ingiriendo todo tipo de alimentos durante el desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
Por tanto, sé consciente de lo que comes. Lo importante no es hacer dieta o reventarte en el gimnasio sufriendo después de una jornada dura de trabajo cuando ya no te apetece. El verdadero objetivo es que sepas crear un hábito de vida saludable en el que te permitas comer de todo, de forma equilibrada, donde predominen cada día los alimentos saludables y frescos como frutas y verduras, y lo acompañes de ejercicio físico diario con el que disfrutes, ya sea caminar, hacer rutas de montaña, practicar tu deporte favorito, levantar pesas o bailar.