El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes por la noche que el procedimiento de juicio político es un “golpe de estado” después de lanzar ataques contra la oposición demócrata en los últimos días.
«Llegué a la conclusión de que lo que está sucediendo no es un» juicio político, es un COUP D’ETAT, destinado a tomar el poder del pueblo, su voto, sus libertades, su segunda enmienda (de la Constitución), su religión, su ejército, su muro en la frontera y los derechos que Dios le otorgó como ciudadano de los Estados Unidos de América», dijo el inquilino de la Casa Blanca.
Los demócratas abrieron hace una semana una investigación contra el multimillonario republicano por la llamada al presidente ucraniano. Los demócratas lo culpan de exigir a su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, en una conversación telefónica hace dos meses, que investigue al ex vicepresidente Joe Biden, bien posicionado entre las primarias demócratas para la campaña presidencial de 2020.
Si la Cámara, en manos de la oposición demócrata, vota la destitución del presidente, esta llegará al Senado, con mayoría republicana, para juzgarlo.
Donald Trump asegura que su conversación telefónica de verano con Volodymyr Zelensky no fue reprobable. Sin embargo, las sospechas sobre el uso que hace el presidente de los Estados Unidos del poder de la diplomacia estadounidense para fines políticos personales están aumentando.
Según el New York Times, en una conversación telefónica reciente, le pidió al primer ministro australiano que ayudara a su ministro de justicia, Bill Barr, a reunir elementos para desacreditar la investigación de Mueller sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016. Como en el controvertido intercambio ucraniano, la Casa Blanca tendría acceso limitado a la transcripción de esta apelación a un grupo muy pequeño de personas.