La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, sobrevivió a un voto de no confianza desatado por los miembros de su propio partido sobre su manejo de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, pero su margen de victoria fue significativamente más estrecho de lo que esperaban sus partidarios.
May ganó por 200 votos contra 117, lo que significa que un tercio de su partido parlamentario no la respaldó. El tamaño de la rebelión subrayó la tarea desalentadora a la que se enfrenta el Primer Ministro si desea obtener la aprobación en una Cámara de los Comunes dividida para su inminente trato con el Brexit.
Fuera de Downing Street, May admitió que había sido un «día largo y desafiante».
May dijo que si bien estaba «agradecida» por el apoyo, también reconoció que un número «significativo» de parlamentarios de su partido votó en su contra. «He escuchado lo que dijeron», dijo May, pero agregó que «ahora tenemos que continuar con el trabajo de entregar Brexit».
Ella dijo que ahora tenía una «misión renovada: entregar el Brexit por el que votaron las personas, unir al país y construir un país que realmente funcione para todos».
May viajará a Bruselas el jueves para una reunión de líderes europeos. Ella tratará de convencerlos de que la única forma de ganar el respaldo de su acuerdo es dar garantías legalmente exigibles en relación con el respaldo irlandés, la póliza de seguro diseñada para evitar el retorno de la infraestructura fronteriza entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
La votación por votación secreta comenzó a las 6 pm (1 pm hora del este) del miércoles después de May hizo su presentación final a los legisladores prometiéndoles que no pelearía en las próximas elecciones generales en 2022. Un diputado pro-May le dijo a CNN que el primer ministro a la parrilla, pero en general un apoyo sólido «, como ella hizo su caso a los parlamentarios.
El resultado le da 12 meses de respiro de su propio partido, porque las reglas del Partido Conservador establecen que no se puede llevar a cabo otra votación de ese tipo durante un año. Pero sus partidarios reconocieron que su autoridad estaba abollada.
Poco después del anuncio, el secretario de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, tuiteó: «Enormes felicitaciones a Theresa May, cuya resistencia, resistencia y decencia han ganado nuevamente el día y le han dado la oportunidad de entregar Brexit para nuestro país».
El canciller Philip Hammond también tuiteó y dijo que el resultado de la noche del miércoles fue «el correcto».
«Ahora es el momento de centrarse en el futuro», dijo. «Su acuerdo significa que honraremos el resultado del referéndum mientras salvaguardamos los empleos y mantenemos la confianza empresarial».
El margen de victoria de 83 votos de May significa que más de un tercio de los diputados conservadores votaron en contra de ella como primer ministro.
Jacob Rees-Mogg, quien dirigió la rebelión contra May, dijo que el resultado fue «terrible» para May. Añadió que «ella debería ir a ver a la reina con urgencia y renunciar».
Hablando fuera del Parlamento, el parlamentario conservador Stephen Crabb dijo que May ahora debe ganarse a los parlamentarios que votaron en contra de ella, lo que será «enormemente desafiante».
«Parece que no hay una Mayría en la Cámara de los Comunes en este momento para cualquier solución para Brexit, no para un segundo referéndum, no para un acuerdo al estilo de Noruega, no para su acuerdo», dijo Crabb, de acuerdo con Gran Bretaña. Asociación de la prensa. «Pero el Parlamento tiene que decir que sí a algo y le han dado un nuevo mandato para seguir adelante y encontrar ese algo».
El líder del Partido Laborista de la oposición, Jeremy Corbyn, dijo: «Su gobierno está en caos». Agregó que May «ahora debe devolverle el triste acuerdo a la Cámara de los Comunes la próxima semana para que el Parlamento pueda recuperar el control».
«El trabajo está listo para gobernar en todo el país y ofrecer un acuerdo que proteja los estándares de vida y los derechos de los trabajadores», dijo Corbyn.
Sin embargo, el problema para May ahora es que este resultado no hace que la realidad de su situación sea más aceptable.
El desafío al que se enfrenta May es que está atrapada entre un Parlamento del Reino Unido que no votará a través de su acuerdo Brexit y la Unión Europea, que no reabrirá las negociaciones sobre ese acuerdo.
El voto de confianza coincidió con la gira por Europa de May, donde se reunió con los principales líderes de la UE y les pidió ayuda para pasar su acuerdo Brexit a través del Parlamento.
May se vio obligado a posponer una votación sobre el acuerdo el lunes, cuando quedó claro que su proyecto de ley enfrentaría una derrota humillante.