El primer ministro, Dmitry Medvedev, presentó el miércoles al presidente Vladimir Putin la renuncia de su gobierno después de que el jefe de estado anunciara una reforma constitucional. Es el jefe del recaudador de impuestos ruso, Mikhaïl Michoustine, quien lo sucederá, un hombre desconocido para el público en general, después de la validación por la cámara baja del Parlamento. Sin embargo, este hombre de cara calva y cara gruesa tiene la reputación de ser un eficiente funcionario de alto rango.
“Nosotros, como gobierno de la Federación de Rusia, debemos empoderar al presidente de nuestro país para que tome las medidas necesarias. Es por eso que […] el gobierno en su composición actual está renunciando», dijo Dmitri Medvedev en comentarios transmitidos por televisión.
El Presidente agradeció a su Primer Ministro saliente y a sus ministros, pidiéndoles que envíen los negocios actuales hasta el nombramiento de un nuevo equipo. «Quiero agradecerles por todo lo que se ha hecho, para expresar mi satisfacción por los resultados obtenidos […] incluso si todo no tuvo éxito», dijo.
Cambios que cambian «el equilibrio de poder»
Dmitry Medvedev, cercano a Vladimir Putin, dijo que renunciaba después de la decisión del presidente de hacer «cambios fundamentales a la constitución rusa». Estas reformas modifican, según él, el «equilibrio de poderes» ejecutivo, legislativo y judicial.
Vladimir Putin propuso el miércoles una serie de reformas constitucionales para fortalecer los poderes del Parlamento, al tiempo que preserva el carácter presidencial del sistema político que ha pilotado durante veinte años.La medida principal anunciada apunta a fortalecer el papel del Parlamento en la formación del gobierno: le da la prerrogativa de elegir al Primer Ministro a quien el presidente estará «obligado a nombrar». Actualmente, la Duma confirma la elección del jefe de estado.