La canciller alemana, Angela Merkel, tuvo que disipar una vez más las preocupaciones sobre su estado de salud después de sufrir un nuevo episodio de temblores durante un acto oficial, el tercer incidente de este tipo en menos de un mes.
Merkel, de 64 años, se reunía con el nuevo primer ministro finlandés, Antti Rinne, en Berlín, cuando pareció temblar incontrolablemente. «Estoy bien», dijo Merkel a los reporteros después de reunirse con Rinne. «Recientemente dije que estoy trabajando en lo que sucedió durante los honores militares con el presidente Zelensky”.
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«Claramente, este proceso aún no ha terminado, pero hay progreso y debo vivir con esto por un tiempo, pero estoy muy bien y no tenéis que preocuparos por mí», agregó. «Creo que tal como sucedió un día, así desaparecerá. De lo contrario, estoy convencida de que soy bastante capaz (de hacer mi trabajo)», dijo.
La primera vez que se la vio temblar de esta manera fue a mediados de junio durante una reunión con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, pero el equipo de Merkel aseguró a los interesados que estaba deshidratada y se había recuperado después de beber un vaso de agua.
Se reavivaron las preocupaciones solo una semana después, cuando sufrió otra sacudida durante una reunión con el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier.