Cuando un vehículo queda inutilizado a causa de un accidente o por cualquier otro motivo, es deber de su propietario proceder a su reciclaje. Todo vehículo que llega al final de su vida útil (VFU) tendrá que ser entregado en el Centro Autorizado de Tratamiento (CAT), en cuyas instalaciones será reducido a residuos para facilitar el proceso de reciclaje.
La medida de retirar un coche al desguace al final de su vida útil tiene como objetivos principales los siguientes:
- Prevenir la generación de residuos procedentes de vehículos en desuso
- Preparación de materiales para la reutilización
- Reciclaje, reutilización de componentes y reducción de la cantidad de residuos contaminantes haciendo más eficientes las políticas de protección medioambiental
En la actualidad, un 80% de los coches son reciclables. Por tanto, el reciclado de vehículos en un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT) consigue garantizar una reducción en el impacto que tiene la industria automovilística sobre el medio ambiente. Estos centros se encargan de extraer todas las piezas y componentes reutilizables, de modo que puedan ser preparados para su comercialización.
Como requisito principal, tendrán que haber causado una baja definitiva en el Registro de vehículos de la Dirección General de Tráfico. Una vez en el desguace, se descontamina el vehículo extrayendo baterías, líquido de frenos, restos de aceite y combustible. De las baterías se remueve el plomo, el cual será de utilidad para la industria metalúrgica y del plástico.
Los neumáticos también reciben un tratamiento especial. La medida general era incinerarlos en vertederos, pero siendo una práctica tan contaminante, se han buscado soluciones novedosas que permitan su reutilización, como material aislante en la construcción, entre otras funciones prácticas.
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Fases que intervienen en el proceso de reciclado de vehículos
En líneas generales, el proceso de reciclaje de vehículos en el CATV o desguace se desarrolla en tres fases que comienzan en el momento en que un vehículo es entregado en el centro.
Fase I
En los CATs se reciben los vehículos cuando estos han llegado a su vida útil. Estos centros tienen la capacidad de emitir certificados de destrucción y tramitar bajas definitivas ante Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT) una vez terminado el procedimiento, evitando que el propietario tenga que desplazarse a completar esta tarea.
Fase II
Se desarrolla en las instalaciones de desfragmentación después de haber sido descontaminados y desmontados en el CAT. Durante esta fase el vehículo será triturado en molinos hasta conseguir trozos de pequeñas dimensiones y luego hacer pasar el material fragmentado por un campo magnético que separará las partes férricas de aquellas ligeramente férricas y las no férricas.
Fase III
Dentro de las instalaciones postfragmentación se obtienen los distintos metales no férricos como el aluminio y cobre, que no se pudieron aprovechar durante la fase anterior. Estos materiales son enviados a plantas siderúrgicas, mientras que el resto de materiales no metálicos son reciclados, dándoles nuevos usos según sus características.