Síndrome del cuidador agotado: Cómo evitarlo y velar por tus seres queridos

Síndrome del cuidador agotado

¿Qué es el síndrome del cuidador agotado?

El síndrome del cuidador agotado es un estado de agotamiento físico, emocional y mental. Suele presentarse en los cuidadores principales de familiares enfermos o de edad avanzada, al igual que en padres responsables por niños con necesidades especiales. Puede ir acompañado de un cambio radical de actitud, convirtiendo a una persona positiva y solidaria en una negativa y apática.

Este agotamiento, por lo general, se debe a que los cuidadores no reciben la colaboración o ayuda que necesitan para encargarse del paciente, y se ven obligados a tomar una serie de responsabilidades que no son capaces de manejar física, mental o financieramente. Es común que un cuidador sienta culpa por tomar tiempo para sí mismos, en lugar de estar con sus seres queridos enfermos o ancianos. Esto trae como consecuencia estrés, ansiedad, depresión y otros síntomas relacionados con el cansancio crónico.

¿Qué causa el síndrome del cuidador agotado?

Los cuidadores a menudo están tan ocupados satisfaciendo las necesidades de sus seres queridos que terminan descuidando su propia salud. Velar por la salud y bienestar de alguien las veinticuatro horas del día impone enormes demandas en el cuerpo y la mente de los cuidadores, lo que eventualmente puede devenir en fatiga, desesperación y, en última instancia, agotamiento.

Otros factores que contribuyen al agotamiento del cuidador incluyen:

  • Confusión de papeles: Al tomar las responsabilidades de un cuidador, muchas personas comienzan a experimentar un nivel significativo de confusión cuando se trata de definir su papel en la vida del paciente. Les puede resultar difícil separar su papel de cuidador de su papel de cónyuge, amante, hijo, amigo u otra relación cercana.
  • Expectativas poco realistas: Muchos proveedores de atención médica esperan que su ayuda tenga un impacto positivo en la salud y el bienestar de sus seres queridos. Este puede no ser el caso de los pacientes con enfermedades mentales avanzadas como el Parkinson o el Alzheimer, o que padezcan de una condición en estado terminal.
  • Falta de tiempo y dinero: Muchos cuidadores se sienten frustrados por la falta de dinero, recursos o tiempo para organizar de manera correcta, humana y efectiva el cuidado de un ser querido.
  • Demandas irrazonables: Algunos cuidadores imponen una carga irrazonable sobre sí mismos, o por el contrario les es impuesta por otros. Por ejemplo, algunos miembros de la familia, como hermanos, hijos adultos o el mismo paciente, pueden hacer demandas poco razonables a los cuidadores. También pueden descuidar sus responsabilidades, convirtiéndose en una carga para aquellos designados como cuidadores principales.
  • Falta de consideración por su propia salud: Muchos cuidadores informales no se dan cuenta de que sufrir de agotamiento crónico no es normal y, a pesar de no ser capaces de funcionar correctamente, continúan exigiendo más y más de sí mismos hasta sufrir un colapso o crisis nerviosa.

Cuidador quemado sintomas; ¿cuales son?

Los síntomas del cuidador agotado son muy similares a los del estrés y la depresión. A continuación, mencionamos algunos sintomas:

  • Aislarse o evitar a amigos y familiares.
  • Pérdida de interés en salir, socializar o divertirse.
  • Cambios en el peso y el apetito.
  • Cambios en los hábitos de sueño
  • Malestar general
  • Cansancio físico y emocional
  • Abuso de substancias como el alcohol, el tabaco o los somníferos
  • Deseos de hacerse daño a si mismo o al paciente

¿Cómo puedo evitar el síndrome del cuidador agotado?

A continuación te contamos algunos pasos que puedes seguir para evitar el síndrome del cuidador agotado:

Conoce tus límites y sé realista acerca de las circunstancias en las que te encuentras. Es importante reconocer y aceptar que somos seres humanos, que también podemos sufrir cansancio o estrés, y por eso necesitamos tiempo para descansar y despejarnos. Si sientes que estás pasando por un mal momento, busca a alguien en quien puedas confiar (amigos, compañeros de trabajo, vecinos) y háblale acerca de tus inquietudes y preocupaciones. Hablar de nuestros problemas nos ayuda a poner las cosas en perspectiva, tranquilizarnos y encontrar soluciones prácticas.

Es importante establecer metas específicas cuando se trata de velar por la salud de un ser querido. Debes saber reconocer cuándo necesitas ayuda, así como aprender a comunicarse con otros para pedir colaboración y apoyo. Sé honesto acerca de la enfermedad de tu ser querido, especialmente si se trata de una enfermedad progresiva como el Parkinson o el Alzheimer, o de una condición terminal.

Tómate un tiempo para ti, aunque sea una hora o dos. Cuidarse no es un lujo innecesario, es esencial para ser un cuidador eficaz y sano. Si sientes que necesitas apoyo, consulta con un profesional, como por ejemplo, un terapeuta, un trabajador social o un consejero espiritual. También te puede ser de ayuda un grupo de apoyo o un taller que te ayude a encontrar formas de lidiar con el estrés.

Busca educarte a ti mismo. Cuanto más sepas acerca de la enfermedad de tu ser querido, más efectivo serás como cuidador. Manténte saludable comiendo bien, haciendo ejercicio y durmiendo lo suficiente. Si ya sufres de estrés y depresión, busca ayuda médica. El estrés y la depresión son condiciones tratables.

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