En el ser humano hay dos tipos de comunicación: la verbal y la no verbal. La primera está compuesta por el lenguaje que aprendemos desde la infancia para construir nuestro universo y expresar nuestras experiencias dentro de él. Para ello, utilizamos signos lingüísticos, como grafías y fonemas, que nos ayudarán a comunicarnos tanto de forma escrita como oral. En el primer grupo, por ejemplo, encontraríamos una carta, un jeroglífico o un logotipo publicitario y, en el segundo, una nota de voz, un silbido o una llamada telefónica
La comunicación no verbal, sin embargo, no está compuesta por palabras sino por gestos o movimientos que ayudan a reforzar el acto comunicativo. De hecho, esta parte de la comunicación es tan importante que se considera que en una conversación cara a cara puede tener un mayor peso informativo que el intercambio verbal. Al respecto, el psicólogo y profesor iraní Albert Mehrabian realizó una serie de experimentos con los que sacó a la luz que lo que se comunica tiene poca importancia en comparación con lo que vemos y escuchamos, y llegó a concretar que un 7% de lo que nos llega sería a través de las palabras; un 38% a través del tono y la proyección, y la mirada, las posturas y los gestos serían responsables del 55% de la información recibida.
Algunos de las características que definen al lenguaje no verbal son:
- Postura corporal: habla de cómo nos sentimos y de si estamos cómodos manteniendo una conversación. Brazos cruzados y cuerpo hacia atrás mostrarían rechazo mientras que palmas abiertas y cuerpo ligeramente inclinado hacia delante revelarían una actitud positiva.
- Apariencia física: nuestro código de estilismo y vestuario dice mucho de lo que pensamos y cómo nos comportamos, por lo que enviará un mensaje inconsciente de nuestra personalidad a nuestro interlocutor.
- Gestualidad: los movimientos de las manos que acompañen a nuestras palabras ayudarán a dotar una mayor espontaneidad y sinceridad a nuestro lenguaje.
- Proxémica: es la utilización del espacio entre el emisor y receptor. Reducir el espacio cuando la relación entre ambos no es muy cercana puede dar un mensaje de autoridad e incluso agresividad.
- Expresiones faciales: si lo que nuestra cara transmite contradice a lo que se está comunicando con palabras todo el sentido del mensaje quedaría anulado.
Controlar el mensaje no verbal es una herramienta poderosa para lograr una comunicación eficaz en todos los ámbitos de la vida. Lo que nuestros gestos y posturas transmitan reforzarán o harán que el mensaje llegue con mayor claridad, de la misma forma que pueden provocar rechazo de nuestros interlocutores hacia nosotros o lo que decimos.
La sinergología es la ciencia que se encarga del estudio y el análisis de los gestos y los movimientos. Es la disciplina encargada de decodificar la comunicación no verbal y engloba unos 1200 ítems que analizan movimientos inconscientes realizados por diferentes partes del cuerpo. Entre ellos, podemos encontrar actividades como el rascado de alguna parte del cuerpo, cómo nos movemos y nos recolocamos en una silla o el desplazamiento de objetos en la mesa mientras hablamos. Gracias a esta ciencia, profesionales relacionados con la criminología han podido detectar cuando alguien estaba contando una mentira y, de esta forma, encontrar a culpables que no lo reconocían.
El conocimiento de la comunicación no verbal también ha sido una herramienta muy eficaz en las partidas de poker. En el juego de naipes se les llama tells a la información que el cuerpo y los gestos de los jugadores envían, de forma consciente o no, y que ofrece información sobre la mano de cartas que lleva. Hay muchos tells que se pueden identificar dependiendo de si el jugador es novel o experimentado, pero algunos de los más eficaces serían: un cuerpo que se estira tras recibir las cartas indicaría que se tiene una buena jugada, del mismo modo que lo sería mostrarte de repente impaciente por acabar la partida; sin embargo, realizar movimientos agresivos dando un golpe en la mesa cuando se apuesta o quedarse petrificado sin ningún movimiento corporal después de hacerla podría significar que las cartas del jugador son realmente débiles.
El lenguaje no verbal es nuestra carta de presentación, dando más información sobre nosotros de lo que haría cualquier palabra. Conocerlo, aprender a interpretarlo y a usarlo para la comunicación será de enorme valor para todos aquellos que consigan dominarlo.