Los casinos online se han convertido en una de las formas de ocio más populares en la actualidad. Hasta hace pocos años, hablar públicamente de los juegos de azar estaba mal visto, especialmente por la falta de información sobre las medidas de seguridad de estas plataformas de ocio. Un pensamiento que ha ido cambiando progresivamente con el paso de los años a raíz de la aceptación social respecto a este tipo de actividades de entretenimiento. Un proceso similar al que han experimentado los casinos físicos, que tradicionalmente estaban en las afueras de municipios cercanos a las grandes ciudades y actualmente se han instalado en el centro de las principales urbes españolas. De hecho, el ejemplo más cercano en el deporte es el fútbol femenino, que sigue compitiendo por la igualdad.
El sector del juego online, donde el casino se sitúa como uno de los segmentos más importantes junto con las apuestas, ha sabido adaptarse a las necesidades sociales y tecnológicas del momento cambiando para siempre la forma en la que los jugadores disfrutan de los juegos de azar clásicos. Además, el juego online también ha tenido un gran impacto en la economía española desde su regulación en el año 2012. Una industria que movió, en términos de cantidades jugadas, más de 17,349 millones de euros durante 2018, alcanzando los 699 millones de GGR, según los datos del informe publicado por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ). Por otra parte, el sector genera alrededor de 80.000 puestos de trabajo directos al año, cifra que alcanza los 200.000 en el caso de los puestos indirectos.
Antes de la regulación del sector del juego online que entró en vigor en 2012, los operadores de juego ofrecían sus servicios sin pagar los correspondientes impuestos al Estado e incluso vulneraban en algunos casos los intereses de los jugadores, que no tenían ninguna protección en el ámbito online. Desde entonces, el juego online se ha convertido en un negocio multimillonario y en una importante fuente de ingresos para el Estado, ya que representa casi el 1% del Producto Interior Bruto (PIB). A pesar de estas espectaculares cifras económicas, esta industria ha tenido que recorrer un largo y difícil camino para ofrecer a los jugadores la mejor oferta de ocio del mercado al alcance de un clic.
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España, un escenario idílico para los juegos de azar
Los juegos de azar, que son tan antiguos como el hombre social, siempre han formado parte de la cultura española. Una pasión que procede de los romanos, civilización que aplicó sus propias costumbres, entre ellas su afición por los juegos de azar, a todos los ámbitos de la sociedad hispánica durante la invasión de la península ibérica que tuvo lugar en el 218 a.C. Posteriormente llegaría la caída del Imperio Romano y la invasión de diferentes pueblos bárbaros, aunque la pasión por los juegos de azar seguía latente en la sociedad española de la época. Finalmente, la Edad Media fue el período histórico en el que proliferaron los salones de juegos, donde las clases más altas de la época realizaban sus apuestas.
A pesar de la prohibición de los casinos y salones de juego durante la dictadura de Primo de Rivera y la dictadura de Francisco Franco, que provocó el cierre masivo de los establecimientos de ocio dedicados a los juegos de azar, la cultura española siempre mantuvo su pasión por este tipo de actividades de ocio. Una pasión que floreció tras la muerte de Franco en 1975, año en el que comenzó la regulación de los casinos físicos por todo el territorio español. A partir de ese momento, el número de establecimientos de ocio ha ido aumentando con el paso de los años hasta su salto definitivo al mundo digital gracias a internet. La red ha presenciado el nacimiento de plataformas tan importantes como 888 Casino, que ha contribuido a que el sector alcance sus cotas de máxima popularidad en los últimos años.
Una historia corta pero productiva
El nacimiento del primer casino online de la historia tuvo lugar en 1994 en el pequeño país caribeño de Antigua y Barbuda. Ese año, este país aprobó el Tratado de Libre Comercio permitiendo que cualquier compañía del mundo obtuviera una licencia para ofrecer sus servicios de juegos de azar a través de los casinos online. Un escenario en el que empresas vinculadas al mundo de los videojuegos y sistemas informáticos comenzaron a crear diversos software especializados en los juegos de azar virtuales para este nuevo sector. En 1996, Microgaming se convirtió en la primera compañía de la historia en desarrollar un software de juego online, que dio origen al primer casino online, InterCasino.
Los casinos online comenzaron a producir unos 830 millones de dólares en 1998. Un éxito absoluto que provocó su expansión por todo el mundo, aunque no fue hasta 2011 cuando fueron regulados en España. Más de diez años después, estas plataformas de ocio han experimentado un crecimiento inimaginable gracias a su incorporación a los dispositivos móviles. La tecnología ha influido positivamente en este crecimiento, ya que ha permitido que los jugadores puedan disfrutar de una experiencia de juego única desde la comodidad del hogar y en cualquier momento del día sin los límites impuestos por los establecimientos físicos. Todo ello con una amplia oferta de juego, con modalidades tan populares como las máquinas tragaperras, el blackjack o la ruleta, entre muchas otras.
La adaptabilidad mostrada por el sector del juego online augura un futuro prometedor para los amantes de los jugadores de azar. Una industria del juego que siempre ha tenido en cuenta los gustos y preferencias de los jugadores para ofrecerles la mejor experiencia de juego del mercado. Por este motivo, los avances tecnológicos del futuro serán los mejores aliados de los casinos online en su carrera por situarse como la oferta de ocio más popular. Un futuro en el que las nuevas generaciones de nativos digitales se convertirán en los principales usuarios de estas plataformas, por lo que el camino de los casinos online pasa por dirigir todos sus esfuerzos para captar la atención de este exigente público.