Lejos de aquellos títulos para toda la familia como Quién es Quién o Monopoly, hay juegos de mesa que están considerados como los mejores de todos los tiempos y que detrás tienen un equipo de trabajo espectacular, una historia particular y una legión de fanáticos que les han convertido en títulos de culto. Juegos que, lógicamente, alguna vez se deberían probar.
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Los colonos de Catán
Al hablar de juegos exitosos dentro de estas categorías es indudable la presencia de Catan juego de mesa, quizá el más popular de los últimos años y de forma muy meritoria, pues su expansión a toda Europa ocurrió en plena era del mercado de los videojuegos.
Ideal para jugar en familia, por no existir un objetivo único y no existir la figura de la eliminación, el juego proporciona todas las herramientas para que diversas civilizaciones construyan, alcancen objetivos políticos, combatan entre ellas, pero con un aprendizaje analítico y complejo con una mecánica simple como argumento, hecho que ha posibilitado que muchas personas lo tengan como juego de cabecera.
Todo el universo de Warhammer Fantasy
Al hablar de títulos imprescindibles en lo que a juegos de mesa se refiere se debe hablar, por supuesto, de Warhammer, uno de los juegos de mesa más desarrollados, con mayor cantidad de ediciones y que más éxito ha tenido a nivel global. Ambientado en la magia y la fantasía en un universo distópico y muy futurista, los usuarios tendrán la posibilidad de escoger sus tribus, desde los Elfos Oscuros hasta los Orkos o Marines espaciales, entre otros.
La popularidad del juego radica en la cantidad de adaptaciones que se han realizado, desde la incursión del título en el terreno de los videojuegos hasta la propuesta de juegos de rol, aunque las cartas originales y el juego de tablero siguen siendo los más populares en la actualidad.
El imprescindible Dungeons and Dragons
Hablar de juegos de mesa es hablar de Dungeons and Dragons juego de mesa, o como se conoce en España, Dragones y mazmorras. Ideal para los jóvenes y una propuesta interesante para los que ya no son tan jóvenes, por la influencia cultural que tuvo y sigue teniendo desde su lanzamiento al mercado y, posteriormente, desde la llegada de las series animadas y películas.
¿Por qué Dragones y mazmorras? Por haber influenciado al resto de las propuestas de juegos de mesa y de rol a lo largo de la historia. De hecho, aún hoy, se considera como el juego mejor logrado del género, algo meritorio siendo el primero reconocido de la industria.
El desarrollo progresivo y la figura del narrador omnisciente son dos de las particularidades que dan popularidad a uno de esos juegos de mesa que todos deberían jugar al menos una vez.
Magic
¿Es Magic the Gathering el mejor juego de cartas de todos los tiempos? Posiblemente. Al menos desde la penetración cultural, de la difusión y del mercado que tiene actualmente, donde los jugadores activos se cuentan por decenas de millones, Magic the Gathering es sin duda el mejor juego de cartas existente.
El juego de Wizard of the Coast se ha convertido no solo en un fenómeno de masas, sino que existe toda una industria detrás que se encarga de gestionar torneos internacionales donde los premios pueden llegar a suponer millones de dólares. De allí su popularidad actual.
Entre tanto, a nivel recreativo, la dificultad de Magic: The Gathering está en que no existe un modelo predictivo capaz de vencer al talento nato y al estudio, por lo que los jugadores que prueban Magic acabarán teniendo la necesidad de cartas especiales, de formas de proceder distintas para situaciones idénticas en apariencia, y la práctica es a fin y al cabo la única manera de ganar. Es un juego de culto y una cultura en sí mismo, por lo que no puede dejar de mencionarse en este repaso.
Los juegos de mesa gozan de buena salud en la actualidad. Sobre todo los relacionados con el rol y las cartas, por su alto componente estratégico. ¿Cuál elegir? Dependerá de la afición por una u otra temática, por la facilidad para que otros integrantes de la familia se unan a la partida, o por lo que luego se quiera hacer con él.