Una de las grandes ventajas de ser funcionario público se presenta a la hora de intentar acceder a un crédito hipotecario. Las instituciones financieras, ante la demostrada solvencia de un funcionario, suelen ofrecer Hipotecas 100% financiación en las que se cubre por completo la cantidad de dinero necesaria para adquirir un inmueble.
Se trata de un pequeño privilegio al que acceden aquellos funcionarios públicos que mantienen un buen historial crediticio y comportamiento de pago saludable. De esta forma, tienen la posibilidad de cumplir con el sueño de comprar su propia vivienda sin las complicaciones habituales a las que se enfrentan la mayoría de las personas.
¿Cuáles son los requisitos de una hipoteca para funcionarios?
Además de demostrar estabilidad económica y la existencia de un contrato de trabajo fijo y a largo plazo, las entidades financieras suelen exigir una serie de requisitos que deberán ser cumplidos por todos los aspirantes a una Hipoteca para funcionarios, que son exactamente los mismos que se exigen a cualquier otro empleado o trabajador por cuenta propia. Entre ellos tenemos:
- La cuota de pago mensual no debe sobrepasar el 40% de los ingresos percibidos. Esto se debe a que el usuario normalmente tendrá otras obligaciones financieras que debe responder mensualmente, por lo tanto, la cuota de la hipoteca no debe superar en ningún caso el 40% de los ingresos percibidos.
- Apertura hipotecaria. Se refiere a los pagos iniciales que debería cubrir el cliente de forma directa para acceder al crédito hipotecario. Esta clase de gastos no puede ser financiado, por lo que deben encontrarse disponibles en la cuenta en forma de ahorro.
- Control de los movimientos bancarios. La institución financiera tiene la potestad de controlar los movimientos de dinero del usuario, con el objetivo de prevenir situaciones relacionadas con el blanqueo de capitales.
Adicionalmente a lo anterior, existen algunos requerimientos mínimos de elegibilidad para acceder a un crédito hipotecario para funcionarios, entre los cuales se puede mencionar:
- No tener deudas personales con otras instituciones financieras, ni estar reportando en ficheros de morosidad, lo cual demostraría un comportamiento de pago inadecuado que anula la elegibilidad del candidato casi de forma automática.
- Mantener un porcentaje de ahorro en torno al 12% del valor de la propiedad o superior.
- Respaldo de un aval. Si bien, algunas instituciones financieras omiten este requerimiento, es bastante común que sea solicitado un aval que se comprometa a hacerse cargo de la responsabilidad de pago en caso de incumplimiento del solicitante.
- La cuota del pago de la hipoteca en ningún caso puede superar el 30%-35% de los ingresos netos familiares, pudiendo combinar ingresos con la pareja legalmente constituida.
Por supuesto, las entidades financieras pueden tener cierta flexibilidad y permitir negociar determinados aspectos en las condiciones de acceso a una hipoteca, siempre que el funcionario solicitante posea una salud financiera adecuada y un comportamiento de pago correcto en su historial crediticio, lo cual es un asunto fundamental en el momento de solicitar financiamiento.