Cada año miles de españoles deciden dar el paso y se lanzan a la aventura de estudiar en el extranjero, una experiencia inolvidable que supone innumerables beneficios a nivel personal y profesional.
La principal razón que les mueve a pasar una temporada fuera de España y conocer un nuevo sistema educativo, ya sea en educación secundaria o en un periodo de enseñanza superior, es aprender otro idioma y sumergirse de manera plena en esa experiencia.
Contenido
Aprender de manera profunda un idioma no nativo
La soltura que se adquiere con el conocimiento de un segundo idioma supone un importante plus en el currículum vitae, algo que es cada vez más demandado por las empresas en el ámbito laboral.
Estudiar en París, Londres, Berlín o Roma garantiza un aprendizaje óptimo del idioma autóctono, que se puede dominar en cuestión de meses gracias a un contacto con el idioma que se prolonga 24 horas al día, y siete días a la semana.
Expandir las redes de contactos y adquirir mejores habilidades comunicativas
Un segundo aspecto positivo de estudiar en el extranjero es el que guarda relación con el networking, es decir, con la red de contactos. Esta ventaja competitiva está más asociada a los estudiantes que proyectan su formación académica en el exterior cuando ya están en un periodo cercano a la salida al mercado laboral. Con una experiencia estudiantil fuera de España se pueden establecer relaciones profesionales y ampliar la agenda con contactos internacionales.
Además, y desde un punto de vista válido para estudiantes en cualquier etapa educativa, una experiencia de este tipo ayuda a mejorar las habilidades comunicativas. Exponerse a un idioma extranjero, sin la red de apoyo del idioma nativo, ayuda a interiorizar mejor ese idioma y desarrollar habilidades comunicativas, lo que se traduce en mayor determinación, seguridad y capacidad de liderazgo, atributos que son también muy demandados en cualquier profesión.
En Europa, el principal programa de movilidad de estudiantes es Erasmus+, que funciona desde hace décadas y ha permitido que centenares de miles de estudiantes conozcan nuevos países y culturas y adquieran nuevas habilidades idiomáticas.
España, país líder en la recepción y envío de estudiantes en el programa Erasmus
Los datos del curso 2017-2018 siguen la tónica de la Convocatoria 2016 del programa Erasmus+, donde aparece Italia como el principal país de destino para realizar un curso universitario fuera de nuestras fronteras, con 8.125 estudiantes, el 20,4% de los 39.754 que participaron en movilidad con países de este programa.
A nivel europeo, España es uno de los países que más confía en este programa de inmersión y se sitúa como el tercer miembro de la UE que más estudiantes envía, por detrás de Francia y Alemania.
En cuanto a la recepción de estudiantes extranjeros, España es el destino más popular, con 47128 erasmus acogidos en la Convocatoria 2016.
Italia y Reino Unido, los países favoritos para una estancia escolar de este tipo
Si tenemos en cuenta los destinos de los estudiantes españoles cuando deciden cursar un año de estudios fuera de nuestras fronteras, los lugares más demandados son Italia, Reino Unido, Alemania y Francia.
Las ventajas asociadas a estudiar una temporada en el extranjero son muy numerosas, y van desde la inmersión lingüística completa hasta conocer nuevas culturas, hacer nuevas amistades y crear redes de contacto. En este sentido, cada vez son más centros los que ofrecen la posibilidad de que no solo los estudiantes universitarios vivan esta experiencia, sino también los jóvenes durante su educación secundaria.
Así, cursar un año en Inglaterra puede ser una buena oportunidad de saber cómo funciona el sistema de enseñanza británico y conocer de primera mano un idioma tan relevante en el panorama internacional como el inglés, además de coleccionar un sinfín de experiencias culturales.
En los últimos años, la educación inglesa se ha convertido en uno de los destinos preferidos por muchas familias españolas para estudiar en el extranjero. En el caso de las universidades británicas, cada año reciben unos 450.000 alumnos internacionales, siendo el segundo destino más popular del mundo.
Además, Reino Unido se sitúa como el país de habla inglesa más demandado por parte de las familias por delante de Estados Unidos y Canadá. Este último, por sus buenos resultados obtenidos en el Informe Pisa y el reconocimiento de su sistema educativo, está ganando enteros como destino preferencial.
La educación secundaria es un buen periodo para que los estudiantes pasen un año de enseñanza en el extranjero. Los motivos que lo explican son muy variados, desde la mayor madurez y responsabilidad de los adolescentes hasta la capacidad para asimilar con facilidad otro idioma pasando por el menor impacto que ofrece el choque cultural. Además, entre los 11 y los 18 años los estudios aún no son muy exigentes, lo que permite a los adolescentes sacar el máximo rendimiento posible a su estancia en otro país.