La tecnología ha renovado por completo el mundo en el que vivimos, llevándonos a un contexto social drásticamente marcado por los dispositivos móviles, internet y todo tipo de recursos digitales. Como todo, esta realidad tiene sus riesgos y sus ventajas, habiendo de hacer un uso responsable de todo aquello que tenemos a nuestra disposición. El ámbito de la pareja no es un aspecto precisamente sencillo cuando hablamos de bienestar, puesto que los miedos suelen jugarnos una mala pasada, y dejarse llevar por ellos puede generar molestias a nuestra pareja.
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Riesgos de las aplicaciones de rastreo en el ámbito de la pareja
Cuando estamos en una relación, nos invaden todo tipo de emociones que hemos de aprender a gestionar: las buenas y las malas. La dependencia es un riesgo del que debemos ser conscientes, aprendiendo a otorgar libertad a la persona que queremos y así establecer un vínculo de entera confianza. En este sentido, son muchas las personas que tratan de averiguar como espiar o rastrear a tu pareja como resultado de celos y desconfianza, algo normal en las parejas, pero que debe controlarse y canalizarse para mantener una relación estable y sólida.
Las inseguridades en la pareja suelen llevar a pasarlo verdaderamente mal. ¿Con quién estará? ¿A qué hora llegará a casa? ¿Me habrá mentido? Estos son solo algunos de los interrogantes que, como resultado de los celos, cualquiera de los dos integrantes de la pareja se puede llegar a preguntar en algún momento. Si bien es cierto que este sentimiento responde al afecto que se le guarda a la otra persona, darle rienda suelta es perjudicial para la relación y para el propio individuo.
Puesto que actualmente es posible rastrear la ubicación del móvil de cualquier persona, no son pocos los que se lanzan a ello. Instalar apps de rastreo sin que la pareja se entere o utilizar el rastreo de Google a través de la contraseña de Gmail son dos de las acciones más comunes a la hora de espirar. No obstante, al hacerlo, solo habrá una respuesta a todas los interrogantes: no confías en tu pareja.
Ante dicha realidad, saber gestionar los celos es un aprendizaje vital. Para que la relación crezca, es fundamental que las dos personas se quieran y se respeten, dejando así de lado cualquier tentación. La privacidad es un aspecto esencial para cualquier individuo y no somos nadie para saltarnos la de nuestra pareja.
Beneficios de las aplicaciones de rastreo
Con todo lo expuesto hasta el momento, parece que la tecnología del rastreo es algo perjudicial, sin embargo, tiene también algunos beneficios que te muestro a continuación. Esta herramienta confiere un extra de seguridad no solo a nuestro dispositivo, sino a cualquier persona que lo utilice; motivo por el que cabe enumerar algunos de los beneficios de esta clase de aplicaciones.
El primero de ellos, como cabría esperar, es el hecho de poder ubicar nuestro terminal móvil en caso de pérdida o de robo. Si por cualquier motivo hemos extraviado el smartphone, es fundamental que lo recuperemos de inmediato. El coste del dispositivo no suele ser económico; sin embargo, más allá del dinero, los móviles guardan una ingente cantidad de información personal que bajo ningún concepto puede caer en manos ajenas. De esta forma, al llegar a casa, podemos rastrearlo y tomar las medidas pertinentes para proceder con su recuperación.
Por otro lado, incluso en el ámbito de la pareja, rastrear un móvil ajeno puede ser una cuestión de seguridad. Si una persona desaparece, sea por la razón que sea, el móvil nos permite saber dónde se encuentra en todo momento. En casos como accidentes, esto puede llegar a salvar vidas; motivo por el que saber la contraseña de Gmail de nuestras personas más cercanas no es una recomendación banal.
Así pues, como la mayoría de los aspectos de nuestra vida, la tecnología de rastreo no es intrínsecamente mala, sino que todo depende del uso que le demos. Es esencial abogar por la responsabilidad, manteniéndonos siempre en los límites del respeto, el cuidado a la otra persona y, por supuesto, el amor.
También debes tener presente que la invasión a la privacidad de una persona sin su consentimiento, puede ser un delito en algunos países.