El aceite de cannabidiol (CBD), es un derivado de la planta de cannabis que carece de THC, componente que induce los psicológicos y fisiológicos asociados a su consumo recreativo. Esta sería la diferencia fundamental entre ambos, dado que el primero de ellos tiene un uso medicinal y por tanto carece de efectos psicotrópicos.
En el mercado actual podemos encontrar una enorme variedad de productos elaborados a base de aceite de CBD, el cual se extrae de la planta mediante un proceso de prensado al frio que permite realizar concentrados con alto contenido de cannabidiol, evitando por completo el THC, lo cual permite que estos productos sean legales en todos los países de la Unión Europea.
La carencia de THC (tetrahidrocannabinol) permite que el aceite de CBD y los productos que lo utilizan como componente principal, aprovechen los beneficios de este compuesto para el alivio de diferentes padecimientos, siendo útil para ayudar a combatir el estrés, la depresión, la ansiedad, los dolores crónicos y un largo etcétera.
Marcas como Cibdol se han encargado de aprovechar los beneficios del CBD, desarrollando productos de alta pureza, con el objetivo de que puedan ser utilizados con mayor eficacia para mejorar una gran variedad de condiciones médicas. Esto es posible gracias al método de producción que garantiza concentraciones precisas con cero rastro de contaminantes e impurezas.
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¿Cómo funciona el CBD al ingresar al organismo?
La ruta de acción del aceite de CBD inicia con la interacción sobre el sistema endocannabinoide, el cual existe en toda especie de mamíferos. Se trata de un descubrimiento relativamente reciente y cuya investigación ha servido para abrir la puerta a nuevas formas de tratamiento de enfermedades relacionadas con el cerebro y los sistemas inmunes y nerviosos.
El sistema endocannabinoide se compone de dos receptores (CB1 y CB2). Algunas de las funciones en las que interviene el sistema son en la regulación de la liberación de neurotransmisores, percepción de dolor y algunas otras funciones cardiovasculares, hepáticas y gastrointestinales. El TCH activa estos receptores, produciendo la psicoestimulación clásica del cannabis.
Lo que hace el aceite de CBD es interactuar con los receptores CB1 y CB2 de manera externa, sin ingresar al sistema endocannabinoide, uniéndose a otras enzimas para generar los efectos benéficos que son conocidos por todos como alivio de dolores y regulación del estado de ánimo, evitando los efectos secundarios relacionados con alteraciones de la mente y la percepción.
¿Cuáles son los beneficios del uso de aceite de CBD?
Diversos estudios y ensayos clínicos han descubierto una serie de beneficios asociados al consumo de CBD, destacando principalmente sus propiedades como antiinflamatorio, antioxidante, neuroprotector y anticonvulsivo. Esto le permite servir como complemento a tratamientos para una gran variedad de padecimientos.
Por supuesto, los beneficios dependen del grado de concentración del aceite y la calidad del mismo, por lo que es importante considerar adquirir el producto en tiendas y marcas que ofrezcan fiabilidad en la pureza del CBD, además de seguir las dosis recomendadas para cada situación.
Algunos de los usos terapéuticos del aceite de CBD, podemos reducirlos al siguiente listado:
- Antiséptico
- Asma
- Quemaduras
- Diabetes
- Antiinflamatorio
- Dolores musculares
- Epilepsia
- Anti-convulsionante
- Neuroprotector y Antioxidante
- Antipsicótico
- Ansiolítico
- Antidepresivo
- Relajante muscular
- Estimula el apetito
- Antitumoral para diversos tipos de cáncer
El beneficio de consumir aceite de cannabidiol se relaciona a los pocos efectos secundarios. Por ejemplo, es sabido que la gran mayoría de los ansiolíticos terminan generando dependencia, lo mismo que ocurre con los medicamentos utilizados en el tratamiento del insomnio; al consumir este aceite se evita la dependencia.
Además, no se han encontrado efectos secundarios efectos secundarios de importancia derivados de su consumo, a diferencia de muchos compuestos farmacológicos que pueden generar daño hepático, interacciones medicamentosas e incluso suelen perder efectividad con su consumo frecuente, siendo necesario un cambio en el esquema de tratamiento.
El aceite de CBD es considerado como suplemento que puede ser consumido a diario y se convierte en apoyo para diferentes procesos del cuerpo humano, interactuando con diferentes enzimas para producir los efectos terapéuticos que hemos descrito con anterioridad. La FDA ha aprobado su uso para enfermedades como la epilepsia infantil y otros síndromes.
También puede ser utilizado a modo tópico, siendo incluido en cremas para el alivio de dolores crónicos, recuperación de lesiones musculares y más. Incluso, sus propiedades benéficas han permitido que se incorpore a productos de cosmética, así que ya podemos disponer de sérums faciales, cremas antiedad, bálsamos labiales y muchos otros productos de belleza.