Tratar asuntos de separación, divorcios, custodias o herencias, suele generar una carga emotiva muy importante, ya que la otra parte en conflicto puede ser un ser allegado o nuestra antigua pareja. Para elegir el profesional que se encargue de defendernos en estos casos, será fundamental que esté preparado en Derecho familiar y sea una persona que se gane nuestra confianza.
Atravesar conflictos legales relacionados con nuestro entorno familiar conlleva una carga tanto emotiva como jurídica, por lo que es mejor atenderla con apoyo de profesionales expertos en este ámbito. Para estos casos existen los abogados especialistas en Derecho de familia.
Estos profesionales se encargan de tramitar y resolver problemas con herencias, testamentos, separaciones, divorcios, modificación de medidas, reclamación de gastos extraordinarios, secuestro internacional de menores, incapacitación, impago de pensión de alimentos, custodias compartidas y documentos de parejas de hecho.
En España cualquier abogado está facultado para llevar la defensa de todo proceso, no obstante, la mejor manera de navegar seguro en una situación tan delicada como un asunto familiar, es con la asesoría de especialistas en la materia.
Para encontrar abogados de familia en Madrid es recomendable buscar bufetes reconocidos que ofrezcan la asesoría y ayuda necesaria en momentos tan dolorosos como significan la pérdida de un familiar o la ruptura con la pareja, sobre todo si hay hijos de por medio.
Cuando están involucradas las emociones, es mejor tener a alguien de nuestro lado que nos apoye de manera eficiente y experta, para no dar un paso en falso que empeore las relaciones con las partes involucradas.
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Capacidad de negociación
El abogado de familia que contrates debe tener capacidad de negociación, con el fin de que puedas llegar a un acuerdo que te favorezca, así que ésta es una de las características principales que debes buscar.
En el caso de separaciones y divorcios, la capacidad de mediar con la otra parte involucrada, facilitará evitar que un juez pueda determinar decisiones tan sensibles como el tiempo que pasaremos con los hijos, el destino del hogar familiar, si los hijos van a una escuela privada o pública o los gastos de manutención.
Otras características indispensables en el abogado de familia, serán el rigor y minuciosidad a la hora de llevar tu caso, pues algunos necesitan el manejo de un volumen importante de pruebas documentales, que deben ser adecuadamente tratadas.
Empático y accesible
El abogado matrimonial o familiar también debe ser comprensivo y empático, en vista de que trata con asuntos que mueven las emociones. Por tanto, uno de los puntos a constatar, es que esté preparado para llevar este tipo de procesos con el tacto requerido.
Es necesario además, que el abogado de familia sea accesible con el fin de poder contactarlo cada vez que requieras su asesoría y para que despeje dudas cuando éstas surjan. El poder establecer una comunicación fluida es fundamental para que te sientas respaldada, sobre todo en los momentos más emotivos.
La confianza es fundamental en la relación cliente-abogado por lo que debes buscar un profesional que te haga sentir que estás en buenas manos, pues, a este profesional le tocará defender tus derechos patrimoniales o el futuro de tus hijos.
El abogado de familia debe poder asesorarte en cada paso, y también tener la capacidad de escuchar lo que el cliente espera lograr; debe tener la capacidad de llevar un juicio en caso que no se pueda llegar a una solución negociada. Es importante que pueda prepararte para poder afrontar un interrogatorio si se da el caso, y prepararte para todos los posibles escenarios orientados a conseguir resultados exitosos, de ahí que su experiencia y conocimiento en esta rama del Derecho sea esencial.
La edad no necesariamente es un factor que incida en la elección de un buen abogado, un profesional con amplia experiencia puede ser la elección. Sin embargo, la energía y dedicación de un profesional joven también tiene su valor. Lo recomendable es entrevistarse con potenciales abogados y confiar en la intuición.
Debes tener presente que un buen abogado de familia procurará, en muchos casos, evitar que se tenga que llegar a la vía contenciosa, pero la intención debe ser siempre que alcances tu objetivo. De ahí que debas prestar gran atención en el momento de elegir a un profesional que te haga sentir que todo el esfuerzo y recursos que emplees serán recompensados con una decisión favorable.