Aprobar el presupuesto de 2019 y la situación catalana será difícil para el gobierno socialista en minoría parlamentaria. Mientras tanto, las débiles ventas minoristas de julio dan más evidencia de la desaceleración de la economía española. Las próximas semanas prometen ser estresantes para Pedro Sánchez, ya que su gobierno se enfrentará a una serie de cuestiones espinosas.
La Mesa del Congreso frenó hoy la reforma exprés de la Ley de Estabilidad. A fines de junio, el parlamento ya había rechazado el proyecto de presupuestos para 2019, que fue el primer golpe serio para el gobierno de Sánchez. Solo 88 diputados socialistas (de 350) votaron a favor del plan. Podemos, que tiene 67 escaños, no apoyó el proyecto de presupuestos porque quería objetivos de déficit más suaves. Sánchez, por otro lado, repitió la importancia de la disciplina fiscal y continuar buscando el objetivo de déficit del 2,2% del PIB. Encontrar un compromiso será difícil, y como el proyecto de presupuesto debería enviarse a Bruselas antes del 15 de octubre, la presión aumentará.
El segundo punto político importante es la situación en Cataluña. El 11 de septiembre, los catalanes celebran la Diada. Quim Torra, el president de Generalitat, ya ha convocado protestas callejeras para reclamar la independencia. Unas semanas después, el 1 de octubre, se cumple el primer aniversario del referéndum. Sánchez tendrá que andar con cuidado, ya que necesita el apoyo de los partidos nacionalistas en el parlamento.
Mientras tanto, la evidencia de la desaceleración de la economía está aumentando. Los primeros datos duros para el tercer trimestre no muestran mucho movimiento en comparación con el segundo trimestre. Las ventas minoristas en julio cayeron un 0,4% interanual, en comparación con el -0,1% de junio. El repunte de la inflación, de alrededor de 1.0% a más de 2.0% en los últimos meses, explica el desempeño débil. En cuando al desempleo,
El empleo muestra claros síntomas de desaceleración y los datos de agosto no dejan lugar a dudas con una caída de 202.996 afiliados a la Seguridad Social. Este mes ha aumentado el número de parados en 47.047 personas registradas en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo Estatal (SEPE). Este incremento es el mayor registrado en ese mes desde el año 2011 y el viernes pasado pasará a la historia como el día que más empleo se destruyó en la historia en España.