El agotamiento de las fuentes de energía tradicionales ha puesto en valor e impulsado el desarrollo de las energías verdes, con la eólica como una de las más desarrolladas actualmente. Si bien existen también riesgos y contraindicaciones, pues los molinos de viento pueden afectar a la fauna del entorno, la tecnología viene a solventar o minimizar estos inconvenientes gracias al análisis de datos. Eso es lo que hace Vortex, una empresa que ha desarrollado un potente recurso de datos de viento que facilita a las empresas de instalación de molinos información precisa sobre la mejor ubicación, o la forma de optimizar la localización de las turbinas.
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Los datos de viento modelizados para parques eólicos
Como explican los responsables de la solución Wind Resource Data de Vortex, el adecuado desarrollo de un parque eólico exige conocer todos los datos de dirección y velocidad del viento a lo largo de las diferentes situaciones a las que se puede enfrentar la pala del molino. De esta forma, se crea un modelado atmosférico que establece las líneas y puntos más adecuados para colocar cada uno de los molinos y su orientación precisa.
No se colocan los molinos al azar, añaden. Está todo medido con datos precisos y modelos de predicción que cubren cualquier eventualidad atmosférica que pueda afectar tanto a la capacidad de captación y transformación de la energía como la integridad del propio molino y cada una de sus partes.
Además de esta información, con su metodología se consigue predecir la calidad y cantidad de energía renovable que puede generar cada uno de los elementos del parque eólico, optimizando así al máximo la inversión que supone su instalación. Aseguran que durante la primera oleada de parques impulsados antes de la crisis económica en 2008, apenas se tenían en cuenta este tipo de factores, proponiendo ubicaciones inadecuadas que, además de romper el paisaje y suponer un problema para la cohabitación con especies autóctonas, apenas resultaron rentables.
En remoto, sin software de instalación
Vortex genera datos del viento simulados. Se trata de una herramienta totalmente online basada en servidores remotos, de modo que el ingeniero responsable accede a todo el servicio de modelación atmosférica desde cualquier dispositivo. Una vez generado, en unas horas recibe una notificación con el informe y los resultados.
Los datos que aporta su sistema regionalizan patrones de viento de grandes áreas con la misma precisión que la de puntos de interés más concretos, ya que sus hitos de modelización cuentan con la más alta tecnología y sensibilidad. No en vano, se basa en el modelo con el que trabaja el National Center for Atmospheric Research, de Estados Unidos.
Gracias a Vortex, los ingenieros de planificación responsables de los parques eólicos ahorran en costes, prevén problemas y tienen capacidad para aportar soluciones más ágiles.
¿Cómo lo hacen? Gracias a su tecnología basada en la capacidad de cálculo que otorgan la multitud de ordenadores de gran potencia, y a los más de 15 años de experiencia en modelización que acumulan en sus espaldas, pueden realizar desde escalas de patrones atmosféricos amplios, hasta resoluciones espaciales finas.
Cualquier industria puede utilizar los datos de recurso eólico que ofrece Vortex. ¿Quieres saber qué otros sectores están demandando cada vez más información sobre el proyecto de modelización de datos de viento y su sistema hermano de medición de la datos de la radiación solar? Sigue leyendo.
Más allá de los parques eólicos
Si bien su principal core de negocio está centrado en soluciones de datos para la instalación de parques eólicos y la optimización de sus recursos, la modelación de la velocidad del viento y la radiación solar que ha desarrollado esta empresa española tiene otras aplicaciones. Como su spin-off Climate Scale, con la que ofrecen información climática a escala local, muy detallada y útil para la evaluación de riesgos y planes de adaptación previos a catástrofes climáticas, por ejemplo.
Como explican desde Vortex, sus clientes en los últimos años se han diversificado, incluyendo analistas, consultores e inversores de energías renovables, pero también de empresas crediticias que quieren saber el riesgo de inundación en un determinado punto para establecer sus primas; o inversores inmobiliarios que necesitan datos para saber si las viviendas serán adecuadas energéticamente y desde el punto de vista de la climatología.