Durante el año 2008, un usuario dentro de un foro denominado ‘The Cryptography Mailing List’, bajo el pseudónimo de Satoshi Nakamoto, inició la conversación sobre la necesidad de una moneda sin formato físico, descentralizada e independiente de todas las instituciones, bancos y carente de regulaciones.
En poco tiempo, la idea tomó forma hasta convertirse en una realidad. Tomó el nombre de Bitcoin y fue lanzada al mercado en enero de 2009, siendo la primera criptomoneda en existir y por tanto, la más longeva y popular. Con el paso de los años, la moneda digital descentralizada llegaría a convertirse en uno de los activos de inversión más codiciados de la década.
Todo el fenómeno sentó las bases para una de las industrias emergentes más atractivas. Actividades como el trading, que hasta ahora se limitaba al intercambio entre pares de divisas fiduciarias de diferentes países, ahora se transforma en trading de criptomonedas, preparando el terreno para la llegada de diferentes productos y servicios relacionados y la aparición de nuevas páginas como, por ejemplo, bitcoin hack.
Los más destacados serían las plataformas Exchange, los monederos, las herramientas de trading y, más recientemente, los cajeros automáticos de criptomonedas, plataformas de Finanzas Descentralizadas (DeFi), que ofrecen servicios similares a los entregados por la banca tradicional, pero centrados en las criptomonedas.
Contenido
¿Cuáles son las claves para entender todo el boom experimentado por el mundo criptográfico?
Existe un conjunto de variables que han servido de incentivo para el crecimiento de las criptomonedas y la rápida evolución de la tecnología relacionada.
Activo limitado
Tanto Bitcoin, como Ethereum y otras criptomonedas tienen una característica esencial, y se trata de activos limitados. El suministro de Bitcoin es de tan solo 21 millones de monedas, de forma que su escasez presiona su cotización al alza cuanto mayor crecimiento tenga la oferta. Esta característica le vuelve un activo de inversión bastante popular y aún con potencial de crecer.
Desarrollo de nuevos servicios empresariales
Como comentamos en líneas anteriores, las criptomonedas han desarrollado todo un mercado de servicios adicionales y productos de gran interés para los inversionistas. Alrededor de las criptomonedas florece toda una industria que aporta valor al ecosistema e impulsa su integración a la economía tradicional.
En la mira de los grandes inversores
Las criptomonedas son un tipo de activo que no pasa desapercibido para ningún inversionista. En principio las inversiones en el sector fueron de personas y empresas pequeñas, pero cada vez se suman actores grandes, como bancos, empresas multinacionales, fondos de inversión e incluso países. Recordemos el caso de El Salvador, que ha adquirido Bitcoin como activo de reserva.
Disrupción tecnológica
Tanto las criptomonedas como la cadena de bloques, representan un tipo de tecnología disruptiva, cuyas aplicaciones no se limitan al entorno financiero y han llegado a calar en industrias como el juego, las artes, seguridad informática, banca y finanzas, gestión de procesos industriales y mucho más.
Sin lugar a dudas, las criptomonedas han generado cambios profundos a nivel financiero y se espera incluso mayor evolución con la implementación del ‘metaverso’.