El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha participado en la Conferencia Internacional en Apoyo a la Población Libanesa, un foro que tiene como objetivo evaluar el apoyo internacional al país tras la explosión en el Puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020.
El evento, convocado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha contado con la intervención de dirigentes de 32 países y 17 organizaciones internacionales. Sánchez ha pedido a los líderes mundiales una respuesta para la situación en Líbano, agravada por la pandemia de la COVID-19 y por la explosión. España respondió de manera inmediata a la petición que hizo la Cruz Roja libanesa en agosto, enviando ayuda de emergencia.
El jefe del Ejecutivo ha subrayado: «Se requiere una respuesta integral y eficaz a esta emergencia para pasar de la ayuda humanitaria a la recuperación. Además, se debe realizar una investigación independiente, imparcial y transparente sobre la causa de las explosiones para identificar a los responsables y luchar contra la impunidad. El pueblo libanés merece este tipo de respuesta».
La conferencia busca poner en marcha reformas y avances en las conversaciones con el FMI; combatir la corrupción y reconstruir la confianza; y adoptar medidas para proteger a los más vulnerables y combatir la discriminación de género. En el foro se ha presentado además el fondo fiduciario de donantes: Marco de Reforma, Recuperación y Reconstrucción, del Banco Mundial, la ONU y la UE.
Sánchez ha destacado: «Para combatir el difícil contexto actual, el Líbano también debe esforzarse por la rápida formación de un gobierno capaz de implementar una hoja de ruta integral de reformas». El presidente ha elogiado los esfuerzos del pueblo libanés porque es «un modelo ejemplar de coexistencia entre creencias religiosas y ha mostrado una gran solidaridad al proporcionar asilo a los refugiados sirios».
España, con un fuerte compromiso con el pueblo libanés, es un importante contribuyente de tropas a la misión de mantenimiento de la paz de la ONU al sur del país. Esta aportación a la estabilidad de la región, con 610 efectivos, representa nuestro mayor despliegue en el exterior. Fruto de este compromiso, tras la explosión de agosto, España envió suministros médicos, medicinas, «equipos de cobijo» para la población, alimentos y desplazó a un equipo de rescate.
Otra contribución clave es el apoyo de España para que Líbano forme parte del Programa Masar («camino», en árabe) de la AECID, un proyecto de acompañamiento en el Mundo árabe, en el ámbito de gobernanza democrática, en diálogo con las autoridades, y en vertientes como el género y el agua.
Líbano atraviesa una profunda crisis económica, financiera, política y social agravada por la pandemia y por la explosión, que provocó más de 200 muertos, 500 heridos y dejó a 300.000 personas sin hogar; 100.000 de ellos son niños.
En este sentido, Sánchez ha anunciado que España ha puesto en marcha un proyecto educativo «para ayudar a los niños afectados por la explosión, con la construcción de una escuela totalmente equipada.
«España ha estado, y seguirá estando, comprometida con la preservación de la estabilidad y seguridad del Líbano. Puede estar seguro de que estaremos a su lado en este momento de necesidad», ha concluido el presidente.