El invierno y en general, los meses de bajas temperaturas son una época difícil para el alquiler de viviendas, especialmente cuando la propiedad se encuentra alejada del centro de la ciudad. Sin embargo, no se trata de una tarea imposible, sobre todo cuando se tiene claridad sobre los pasos a seguir para conseguir unos buenos inquilinos.
A continuación, ofrecemos una serie de consejos para alquilar un piso que te ayudarán a sacar el máximo provecho de tu propiedad, de una forma segura y con todas las garantías del caso. Como propietario, tienes la necesidad de cubrir tus espaldas ante eventualidades con los inquilinos y disminuir al máximo posible cualquier riesgo potencial relacionado con el alquiler de tu vivienda.
Contenido
6 consejos fundamentales para alquilar una vivienda
Encuentra al inquilino ideal
Aunque parezca obvio, el desespero por alquilar rápido puede derivar en la elección del candidato menos adecuado. Se busca una persona que entienda sus responsabilidades como inquilino, entre ellas, el cumplimiento puntual de los pagos, el cuidado de la infraestructura y el respeto al resto de los miembros de la comunidad de vecinos.
Resulta complicado, pero no es imposible. Revisa sus antecedentes y de ser posible solicita referencias de antiguos propietarios con los cuales el potencial inquilino haya tenido relación comercial. También recuerda que existen profesionales en generar perfectas buenas impresiones, pero al final de la historia terminan incumpliendo sus obligaciones. No es una ciencia exacta.
Acude a un profesional
Si no tienes el tiempo de llevar todo el procedimiento por cuenta propia, es mejor que solicites la asesoría de un profesional en el tema. Estos profesionales pueden encargarse de realizar todo el papeleo necesario para alquilar una vivienda, evitando retrasos en inconvenientes en el proceso que puedan perjudicar a cualquiera de las partes.
Redacta un contrato adecuado
El contrato es un elemento clave para una buena relación entre arrendador y arrendatario. Este debe realizarse con la ayuda de un profesional que tenga pleno conocimiento de la ley y pueda velar por el cumplimiento de los derechos de ambas partes. Es indispensable realizar un inventario e incluirlo dentro del contrato, para evitar inconvenientes futuros respecto a bienes muebles.
El piso debe estar en perfectas condiciones de habitabilidad
La propiedad debe estar en condiciones mínimas, tanto de limpieza como de habitabilidad. No deben existir fugas de agua, goteras, ventanas rotas ni electrodomésticos con mal funcionamiento. Si está en tus posibilidades, realiza mejoras que puedan incidir en la calidad de vida de los inquilinos y extender la vida útil de la propiedad.
Solicita una garantía
Aunque la ley establece un máximo de un mes de fianza, la realidad es que algunos propietarios pueden pedir garantías adicionales como un aval o la posibilidad de contratar un seguro de alquiler, cuyas pólizas suelen incluir el pago de un abogado en caso de que la relación termine en una contienda legal.
Define correctamente el precio
Tendrás que buscar el equilibrio entre la rentabilidad, las condiciones reales del mercado y la capacidad de pago de los potenciales inquilinos. Sin duda, definir el precio es una de las tareas más complicadas de todo el proceso.