Sacarse el carnet de conducir es uno de los objetivos más comunes cuando se cumple la mayoría de edad. El hecho de adquirir autonomía para desplazarnos en coche de un lugar a otro, resulta de lo más atractivo, motivo por el que las autoescuelas son negocios que siempre gozan de una alta demanda. Sin embargo, antes de ponernos manos a la obra, conviene tener en cuenta ciertos aspectos que pueden simplificar en gran medida este cometido. Unas recomendaciones con las que, tanto la parte teórica como la práctica, pueden resultar mucho más accesibles para todo el mundo.
Contenido
Apúntate en una buena autoescuela
Las autoescuelas son los centros formativos en los que se imparten todas las enseñanzas teóricas y prácticas del carnet de conducir. Sin embargo, a pesar de que la meta sea la misma en todas las academias, las metodologías y los recursos para ello son diferentes entre cada una de ellas. Por eso, es fundamental que sepas en cuáles puedes confiar para obtener la máxima efectividad para el aprobado, siendo RACC Start una de las más destacadas.
Esta autoescuela se ha percatado de los ingentes recursos virtuales que han nacido en el ámbito de la enseñanza con la era digital. De este modo, pone las cosas verdaderamente fáciles para formarnos en el apartado teórico, pudiendo seguir las clases online y realizar test por internet. Una forma diferente de prepararse para esta prueba y optimizar las probabilidades de superarla.
No obstante, la auténtica innovación llega con su conducción virtual. Gracias a unas gafas 360º de última generación, podrás familiarizarte con el uso de un coche en un entorno seguro, algo clave para ganar confianza durante las primeras lecciones, y así, cuando te subas al vehículo real, dominar en gran medida todo lo relacionado con los aspectos básicos de la conducción.
Practica, practica y sigue practicando
Además de elegir una buena autoescuela, un consejo que nunca falla, es practicar continuamente. Las semanas previas antes de apuntarte al centro, debes tener claro qué saber antes de conducir y, en este sentido, te animamos a que eches un vistazo al temario. Las primeras lecciones siempre son las más complicadas, por eso, es fundamental familiarizarte con dicha teoría.
Una vez empieces con tu formación, haz test sin parar. Siempre que tengas un descanso, vayas en transporte público o, en definitiva, dispongas de un rato libre, aprovéchalo para hacer un simulacro de examen. Así, comprobarás cuáles son tus puntos fuertes, y cuáles son los que todavía debes repasar. Cuando sea el momento de la prueba real, ya tendrás toda la experiencia necesaria como para asegurar el aprobado.
Si bien es cierto que la DGT ha prohibido coger el coche con una persona que ya tenga el carnet, como puede ser un padre, te animamos a que hagas tantas prácticas como sea posible de forma legal. Puede que sepas todo lo necesario para conducir, pero la actitud frente al volante no se aprende de la noche a la mañana. Tu capacidad de reacción es crucial en este examen y esto solo se puede lograr pasando tiempo en el asiento del conductor.
Ten confianza en ti mismo
Para terminar, el último consejo que podemos dar, está relacionado con tu actitud y la seguridad en ti mismo. Es increíble lo mucho que cambia un aspirante a sacarse el carnet desde el primer día de prácticas al último, por lo que te animamos a que no te presentes al examen hasta que no sientas la más absoluta confianza al volante. Algo que ya no dependerá solo del número de veces que practiques, sino de tu propia capacidad de sentirte tranquilo.
Por eso, es fundamental que seas consciente de que mereces el carnet, que lo has trabajado lo suficiente como para lograr tus objetivos, y que ni tan siquiera el examinador más duro te podrá hacer titubear. Así que, dentro de un orden, debes autoconvencerte de que estás preparado para empezar a conducir por cuenta propia.