En el mercado de electrodomésticos, las dos tendencias en el apartado de los congeladores son los verticales y aquellos con tecnología no frost. Los fabricantes últimamente han decidido fusionar estos dos modelos en uno solo, ofreciendo una opción compacta pero a la vez potente. Se trata de un equipo que enfría mucho más rápido y además ahorra mucha más energía que los congeladores tradicionales.
En el mundo moderno no se tiene el tiempo necesario para comprar alimentos todos los días, simplemente no se puede, razón por la que en muchos hogares y empresas del sector de la restauración se cuenta con congeladores para guardar los alimentos perecederos, para así mantenerlos en buen estado durante mucho tiempo.
Conservar de forma adecuada los alimentos permite alargar su longevidad y hace que puedan ser distribuidos de una manera más eficiente. Además, permite disfrutar mejor de las bebidas, pues se pueden consumir frías y frescas.
Existe gran variedad de congeladores y de muchos tipos, están los congeladores horizontales, verticales, frost, no frost y muchos más. Cada tipo se adapta a la necesidad que tenga cada hogar o familia, teniendo en cuenta factores como el tamaño del lugar o el presupuesto. Sin embargo, los modelos más utilizados actualmente son los congeladores verticales no frost.
De igual manera, en la categoría ‘verticales no frost’ existen muchísimos modelos y marcas. Para tener claridad al momento de escoger el adecuado, lo más conveniente es recurrir a las guías de compras disponibles en internet, como la que se pueden encontrar en el sitio web https://tucongeladorvertical.com/mejores-congeladores-verticales-no-frost/. Allí se puede encontrar una comparativa en la que se detalla de una manera bastante completa cada modelo y marca específica, además, ofrece enlaces para comprar estos productos basados en las mejores ofertas del mercado.
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La unión de dos tecnologías novedosas
Un congelador vertical no frost, como ya se ha indicado, es la fusión entre el congelador vertical y el congelador no frost. El primero se caracteriza por tener forma vertical y existen dos tipos de tamaños en cuanto a este tipo de equipo: los congeladores verticales con un tamaño similar al de una nevera, y otros más compactos con la mitad del tamaño que el anterior.
Por su parte, un congelador no frost es aquel que utiliza una nueva tecnología de enfriamiento, la cual consiste en que el congelador posee un motor que se encarga de enfriar por dentro y un ventilador que dispersa este frío de manera uniforme, de manera que llegue a todos los alimentos.
Al ser modelos que fusionan dos diferentes tipos de congeladores que cubren funciones específicas, la cantidad de ventajas que tienen es inmensa. Debido a su forma vertical ocupan mucho menos espacio, así que es una muy buena opción cuando se quiere aprovechar al máximo la cocina.
Cuando la casa a ocupar es de dimensiones reducidas, una buena alternativa es la de adquirir un congelador de tamaño pequeño, que hasta puede ser colocado bajo una encimera.
En cuanto a la tecnología no frost, su principal ventaja es que estos equipos enfrían mucho más rápido que un congelador tradicional. No provocan escarcha, pues eliminan automáticamente la humedad. Además, se caracterizan por consumir mucha menos energía, consiguiendo un ahorro energético de hasta el 50 por ciento.
Se sugiere el mantenimiento periódico
Los congeladores verticales no frost suelen ser muy duraderos y resistentes, siempre que se compre un modelo de una buena marca. Sin embargo no está de más dejar que un técnico especializado lo revise de forma periódica, para que verifique su estado, y, de ser necesario, le haga un mantenimiento preventivo para asegurar su longevidad y correcto funcionamiento.
En cuanto a la higiene del congelador, su limpieza es muy sencilla de realizar. Se debe desenchufar para que no haya electricidad y posteriormente retirar todos los alimentos y cajones. Luego se utiliza un paño húmedo, agua tibia o también un producto especial para la higiene de los congeladores. Se limpian los interiores y también la puerta. Después se seca todo y se introducen los alimentos otra vez al congelador.