La previsión, en un ecosistema cuyo caótico flujo no entiende de imprevisibilidad, es una obligación del hoy y del mañana. Para beneficio de la pervivencia de lo relevante de nuestras vidas, existen las pólizas de seguro y los reaseguros. Y a fin de hallar la mejor de las opciones del mercado, las corredurías de seguros como Fronting están ahí para mediar y aportarnos soluciones óptimas y personalizadas.
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Más vale prevenir que curar
La supervivencia en nuestro mundo hoy corre a cargo de un importante y ventajoso factor ante cualquier peligro: la previsión. El sistema vital está vertebrado por muchos elementos estables, con los que aseguramos nuestra integridad y la de aquello que nos importa. Sin embargo, es posible que algún contratiempo, de índole externa o no, perjudique dicha estabilidad. Es por ese mismo motivo que, en beneficio de la pervivencia, existen las llamadas pólizas de seguro. En pocas palabras, un contrato mediante el que asegurar aquello que pueda estar sujeto a cierto riesgo.
En el sector de dichos contratos de póliza, existen las llamadas corredurías de seguros y reaseguros. Como sucede en el caso de Fronting, a cuyos servicios puede accederse pulsando aquí, su labor se centra en servir como intermediaria entre una compañía de seguros y el cliente. Una vía para alcanzar mejores ofertas. Con Fronting, dando uso a un software a medida y con 29 años de experiencia, añadiendo además servicios de marketing, comunicación, formación o asesoramiento jurídico. Y contando con importantes partners de la talla de Generali, Allianz, Mapfre, Adeslas o Catalana Occidente entre muchos otros.
Pero antes de conocer en mayor profundidad las múltiples ventajas que brinda contar con una buena correduría de seguros, cabe indagar un poco más en el motivo y la naturaleza de su misma base. Porque contar con la seguridad que el control otorga a nuestro día a día sólo se traduce en una mayor tranquilidad para afrontar los demás obstáculos. Y cuando se trata de la implacable posibilidad de ver diezmado todo aquello por lo que se lucha y se ha luchado en vida, más vale prevenir que curar.
Seguros y reaseguros
Habiendo contextualizado previamente el ecosistema donde los seguros tienen cabida, es momento de encauzar su significado. Un seguro es un contrato cuyo objetivo es el de cubrir un riesgo, mediante ayudas o indemnizaciones acordadas, pagando por ello una prima a la compañía aseguradora. Dicho importe está sujeto a la medida del riesgo que desea cubrirse, así como de su probabilidad. Cuando éste es de gran envergadura, aparece la reaseguradora como vía para cubrir la totalidad o parte de dichos riesgos compartiendo cuota con la aseguradora.
En otras palabras, el reaseguro, redundantemente el seguro del seguro, es el modo que tiene una aseguradora de protegerse cubriendo el riesgo mediante terceros. ¿Y que cubren los seguros? Muchos elementos sujetos a riesgo. En sus parámetros, existen los seguros de personas, como pueden ser los seguros de vida, accidente o enfermedad, cuando los riesgos afectan a la salud o integridad del asegurado. Y por otra parte, los seguros contra daños, que perciben una afectación económica contra los bienes muebles e inmuebles del asegurado.
Rizando el rizo, ello constituiría todo lo circundante a los seguros privados, dado que funcionan mediante particulares que contratan un servicio. Desde una perspectiva gubernamental, la seguridad social entraría en la obligación del sistema en cubrir ciertas necesidades económicas para casos de fallecimiento, desempleo, jubilación y otros. Pero lo seguro es apostar por una más precisa y específica cobertura de aquello que nos importa. Y en este punto es donde, nuevamente, podemos erigir la existencia de las corredurías de seguros y reaseguros.
Doble protección: Las corredurías de seguros y reaseguros
A grandes rasgos, una correduría de seguros está constituida por expertos que actúan como intermediaros entre la compañía y el cliente. El objetivo es el de conseguir la mejor cobertura al mejor precio. Dado su conocimiento respecto a las distintas compañías de seguros del mercado, junto a la personalización que brinda un contacto directo con el cliente, las corredurías conocen cuál es el mejor servicio acorde al futuro asegurado. Ya que su única actividad no es sólo la de mediación, sino que también la circundante al asesoramiento.
Asimismo, el pilar fundamental de una correduría radica en su imparcialidad, ausente de acuerdos previos en beneficio de las compañías y siempre en pro del cliente. Por ello, el corredor de seguros, o mediador, conversa con el cliente a fin de entender su principal necesidad, así como será el encargado de dirigir el proceso. Además, en el caso de Fronting, el objetivo también se concentra en una reducción de los costes del mediador, persiguiendo en cada movimiento el mantenimiento de la cartera y la aportación de los valores de la seguridad, la tranquilidad y la estabilidad.
Por lo tanto, ante cualquier contratiempo es preciso gozar de un seguro que pueda cubrir todo posible desperfecto. Tanto en lo material, como en lo inmaterial. La previsión es hoy el engranaje que mecaniza la inteligencia. Porque anteponerse a los imprevistos del duro día a día es una semilla para la futura estabilidad. Y si cabe la opción de que una correduría de seguros y reaseguros capaz y competente como Fronting esté ahí, el paso será más ligero y el camino más seguro.