Se trata de una actividad ancestral que, afortunadamente, no ha pasado de moda y, de hecho, se está volviendo a retomar esta forma de ocio tan sana para nuestra salud, tanto física como mental. Además de estos beneficios, también podemos aprovechar para ahorrarnos un buena cantidad de euros, debido a la desastrosa situación económica por la que atravesamos y por la subida de precios de frutas y verduras en los supermercados.
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Conoce los beneficios que nos aporta cultivar
Independientemente del cultivo que llevemos a cabo, ya sea sembrar jalapeños o plantar tomates o pimientos, los beneficios que nos aporta esta práctica son muchísimos:
- Vitamina D. Sí, las plantas necesitan de la luz solar para realizar la fotosíntesis, por lo que cultivar se hará siempre al aire libre y, por tanto, recibiremos los beneficios de la luz solar como la famosa vitamina D, que tanto necesitamos después de un largo confinamiento. La luz solar aumenta los niveles de endorfinas, por lo que aumentará nuestro estado de ánimo. Muy recomendado para personas con autoestima baja o con depresión. Desde hace más de 50 años se emplean terapias hortícolas por este motivo.
- Desconectar. Como prácticamente todas las actividades de ocio, nos ayuda a desconectar de nuestro día a día y conectar con la naturaleza, alejándonos de pensamientos negativos.
- Aumento de la autoestima. La satisfacción que produce el ver los frutos (y nunca mejor dicho) de nuestro trabajo, nos eleva la autoestima y, por tanto, aumenta nuestra felicidad.
- Tarea solitaria o compartida. No es una afición de la que necesites de otras personas, por la que puedes llevarla a cabo tú mismo, además de ser muy fácil con unos mínimos cuidados. Por otro lado, podemos compartir nuestra afición y hacerla en familia, reforzando así el vínculo familiar o de amistad con otras personas.
- Nos hace ser más responsables. En nuestro día a día, nos ayudará a llevar un horario, por lo que tener una actividad de este estilo nos hará más productivos en nuestra vida laboral o social. Más responsables, al fin y al cabo.
- Educativo. Nos ayudará a aprender de la naturaleza y a respetarla, haciéndonos mejores personas.
- Económicamente más barato. El precio de frutas y verduras en los supermercados ha aumentado, por lo que nos ayudará a ahorrarnos una pequeña cantidad.
- Mejor calidad. Sin aditivos, ni conservantes ni nada de nada. Lo natural es lo más sano para nuestro organismo, por lo que llevar a cabo esta actividad nos ayudará a estar mejor físicamente y nos alimentaremos mejor.
- Posibilidad de llevarla a cabo en cualquier espacio. No es necesario tener un huerto de muchas hectáreas o un jardín. Con pequeñas macetas en casa, ya sea en el balcón o en una balda donde reciba luz solar unas pocas horas al día.
- Mejora la decoración. Le otorgará a nuestra casa un toque de color y de naturaleza.
- Las plantas mejoran los niveles de oxígeno. Además, disminuyen el dióxido de carbono durante el día, por lo que contribuyen a mejorar la calidad del aire de todos y combatir, a pequeña escala, contra el cambio climático.
Ponerse en marcha con unas simples semillas
Comprar sobres de semillas es una tarea fácil y sencilla, además de económica. La variedad de plantas, ya sean verdura o fruta, es prácticamente ilimitada, por lo que seguro que encontrarás tus semillas favoritas.
Cabe decir que todas o casi todas las plantas, pueden cultivarse en macetas, desde tomates, pimientos o cebollas, hasta sandías, melones o patatas. Antes de llevar a cabo un cultivo, lo ideal es informarse del tamaño ideal del macetero para que crezca correctamente.
Con unas pocas y sencillas recomendaciones podemos conseguir todos los beneficios anteriormente mencionados, como el riego que debe llevar cada cultivo, las horas de luz óptimas para su crecimiento, la altura correcta para sembrar las semillas y su poda.
Pocos requisitos y muy poco esfuerzo para tantos beneficios. ¿No crees? ¡Anímate!