El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido que para consolidar las tendencias positivas en la contención del virus es imprescindible mantener el estado de alarma, cuya extensión hasta las 00:00 horas del 10 de mayo ha sido autorizada por el Congreso de los Diputados.
En su intervención ante el Pleno para solicitar el apoyo a la prórroga del estado de alarma, tal como acordó ayer el Consejo de Ministros, Sánchez ha asegurado que es la tercera vez que aboga por esa extensión en el Congreso pero la primera que lo plantea con un escenario de futuro «prudentemente optimista». La disciplina ejemplar con que la ciudadanía ha cumplido el confinamiento -ha dicho el presidente- ha permitido superar el momento crítico de la propagación del virus. Además, el sistema de salud ha resistido y la cifra de recuperados, que hoy suma más de 82.000 personas, es otro motivo de esperanza.
El jefe del Ejecutivo ha manifestado que, en consecuencia, ya es posible diseñar el próximo escenario, el de la desescalada, pero la gravedad de la situación exige cautela y actuar de forma gradual y segura. Antes de levantar el confinamiento general -ha sostenido- hay que asegurar el cumplimiento de los criterios marcados por la Organización Mundial de la Salud y los expertos: detener la transmisión; detectar cada infección mediante test; controlar los lugares más vulnerables; evitar contagios importados; prevenir los casos en los centros de trabajo y los educativos, y ofrecer a la Fciudadanía información completa sobre las reglas de higiene y distancia social.
Además, Pedro Sánchez ha apuntado que a lo largo de las próximas semanas, con el horizonte de la siguiente fase en la lucha contra la pandemia en la segunda mitad de mayo, las reglas y las limitaciones se irán ajustando a las circunstancias, siempre con la premisa de proteger a la ciudadanía y al sistema de salud. «La desescalada será lenta y gradual precisamente porque debe ser segura», ha afirmado en la Cámara Baja. Tras cada avance en la liberación de espacios de movilidad y actividad social -ha precisado-, habrá que comprobar sus efectos: si el virus sigue controlado, se planteará un nuevo paso; si no es así, se restablecerán restricciones.
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Paseos controlados de los menores
El presidente del Gobierno ha destacado dos novedades del Real Decreto de prórroga del estado de alarma.
La primera es la referida al alivio del confinamiento de los niños y las niñas a partir del 26 de abril, fecha de inicio de la nueva prórroga. Tras las deliberaciones de las autoridades sanitarias y las de infancia -ha explicado Sánchez-, los menores podrán dar paseos controlados, para lo que se aprobará una Orden del Ministerio de Sanidad, como ya anunció ayer el responsable del Departamento, Salvador Illa.
En segundo lugar, el Real Decreto habilita al ministro de Sanidad a modificar, ampliar o restringir las medidas, lugares, establecimientos y actividades comerciales, culturales y recreativas permitidas, lo que Sánchez ha definido como una «herramienta jurídica esencial» para avanzar en las distintas etapas hacia la «nueva normalidad».
El jefe del Ejecutivo ha afirmado que «estamos en la buena dirección» para acometer el proceso de transición con la mejor coordinación entre el Gobierno y los agentes sociales -con quienes se volverá a reunir mañana-, las comunidades autónomas y las administraciones locales. Los ayuntamientos y las provincias -ha señalado- van a desempeñar un papel decisivo en el desconfinamiento porque las unidades territoriales en que se inicie serán «muy probablemente» inferiores a las autonomías.
Acuerdos de reconstrucción sin reservas
Sánchez se ha felicitado de que la gran mayoría de las fuerzas políticas estén dispuestas a negociar unos pactos para la reconstrucción social y económica del país, respondiendo así al deseo de la sociedad española. De ese diálogo por encima de estrategias partidistas -ha añadido- saldrá un futuro alentador y una nueva forma de hacer política que se base en la unión y la solidaridad, sostenga la libertad y la democracia y no deje a nadie atrás.
También ha remarcado que la culminación de ese acuerdo será un éxito de todos los que contribuyan al entendimiento y se ha mostrado favorable a que se produzca en cada autonomía y ayuntamiento. «Por tanto, sí a los acuerdos de reconstrucción con todas sus consecuencias. Sin reservas; en cada lugar; en cada administración; gobierne quien gobierne. Sin más exclusión que la de quienes se autoexcluyan y decidan quedar al margen de la recuperación social y económica de nuestro país», ha asegurado.
Esos pactos -ha sostenido- deben ceñirse a cuatro asuntos para facilitar el consenso: el refuerzo del sistema de salud; la revitalización de la economía, con especial atención a las pequeñas y medianas empresas, los trabajadores autónomos y los sectores más golpeados; las medidas de protección social «para que absolutamente nadie se vea abandonado o desprotegido», y el ámbito europeo.
Fondo de Recuperación de la Unión Europea
La labor de la Unión Europea va a ser esencial para encarar la crisis, ha dicho Sánchez, que en su comparecencia ha informado de los Consejos Europeos de los días 20 y 21 de febrero y 26 y 27 de marzo de este año. La postura en favor de una Europa más ambiciosa, cohesionada y ecológica que el Gobierno español defendió en esas cumbres se ha revelado aún más imprescindible ante la pandemia del COVID-19, ha afirmado.
En ese sentido, el jefe del Ejecutivo ha avanzado que en el Consejo Europeo que se celebra mañana defenderá tres grandes objetivos: impulsar el paquete financiero aprobado por el Eurogrupo para que los instrumentos estén listos el 1 de junio como muy tarde; plantear la creación de un Fondo de Recuperación de hasta 1,5 billones de euros financiado con deuda perpetua y vinculado al presupuesto de la UE, y lograr un acuerdo sobre el próximo Marco Financiero Plurianual que mantenga la dotación de las políticas agrícolas y de cohesión y refuerce las asignaciones a otras áreas como la investigación científica y los sistemas de salud.
Se trata, ha argumentado, de una propuesta pragmática, efectiva e imprescindible que, además, es asumible por los socios más reticentes, ya que no requiere modificaciones legales ni trámites parlamentarios o jurídicos en el ámbito nacional. «Un instrumento, en definitiva, a la altura de la gravedad de la situación, pero que demostraría la intención real de la Unión Europea de actuar con verdadero alcance, porque no podemos limitarnos a intentar apagar el incendio. Se trata de reconstruir la casa y acoger en ella a todos y a todas», ha indicado.