La nueva Champions League está a punto de comenzar. La competición ha sufrido sustanciales cambios, que se van a traducir en un formato bastante modificado con respecto al anterior. La primera fase elimina los grupos, y lleva a cada uno de los 36 equipos participantes a jugar ocho partidos contra ocho rivales diferentes.
Una vez que terminen esas ocho jornadas, se tendrán en cuenta los puntos obtenidos en una clasificación general, en la que los ocho primeros clasificados irán directamente a octavos de final. Por otro lado, los conjuntos que queden del puesto 9 al 24, tendrán una eliminatoria previa para estar entre los 16 mejores.
Una vez más, los ojos vuelven a estar puestos en el actual campeón, el Real Madrid. Y es que muchos apostantes piensan gastar sus bonos de bienvenida casas de apuestas España en pronosticar que el conjunto blanco puede volver a levantar “La Orejona”. Pero, ¿cómo pueden afectar los cambios en su plantilla y la modificación de formato al equipo de Carlo Ancelotti? A continuación, un análisis de estas situaciones.
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Menos juego, más potencia
El verano del Real Madrid ha estado marcado por dos hechos. Por un lado, la llegada de Kylian Mbappé a la casa blanca. Tras muchos años detrás del delantero galo, el Santiago Bernabéu por fin puede disfrutar de un futbolista absolutamente voraz. Con una media de más de 30 goles en las últimas campañas, su contratación asegura que los blancos vuelven a tener un delantero de puras garantías, que además viene con el firme propósito de ganar la primera Champions League de su carrera. Al francés se suma el joven brasileño Endrick, del que se esperan grandes cosas, y que también ha demostrado gran facilidad cara la puerta contraria.
El otro hecho que ha destacado en el mercado blanco ha sido la marcha de Toni Kroos. El alemán, gran cerebro del Real Madrid en la última década, puso fin a su carrera el pasado mes de julio. Supone un reto para Carlo Ancelotti poder sustituirlo o, al menos, minimizar su ausencia. Jugadores como Eduardo Camavinga, Jude Bellingham o Arda Güler, están llamados a tener ese papel.
Un camino duro
El sorteo de la Champions dejó al Real Madrid un complicado camino en esta primera fase de la Liga de Campeones. Los merengues recibirán en casa a dos rivales teóricamente flojos, como el Stuttgart y el Salzburgo, pero tendrán que verse también las caras con un histórico que parece estar renaciendo como el AC Milan, y a su rival en la pasada final de la competición, el Borussia Dortmund, que apunta otro año más a ser un conjunto bastante peligroso.
Fuera de casa, no tendrá partidos sencillos. Pese a que rendirá visita al Brest y al Lille, que cuentan con poco nombre en el panorama europeo, le esperan dos salidas bastante duras. Por un lado, tendrá que jugar en el campo del actual campeón de la Europa League, la Atalanta, que ya le puso las cosas complicadas en la final de la Supercopa europea. Por el otro, disputará otro encuentro en el siempre difícil Anfield Road, donde, pese a haber ganado con facilidad en sus últimas visitas, le espera un Liverpool que es absolutamente intratable en su estadio.