Una de las prioridades de la domótica es mejorar la vida de las personas mediante procesos que puedan ser programables, y hasta cierto punto, automatizados. Pero, también, la domótica persigue la eficiencia energética y el ahorro de las facturas de la luz.
Desde luego, muchas son las recomendaciones existentes para ahorrar energía eléctrica, más aún si con eso se busca ahorrar entre un 10% y un 40% del gasto que refleja la factura de la luz de un hogar. No obstante, una de las implementaciones tecnológicas más eficaces para lograr tal objetivo es utilizar la domótica de múltiples maneras.
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Enchufes inteligentes, lo elemental
La domótica es la aplicación de la tecnología para la maximización del confort doméstico, y en ello, la automatización de procesos y la gestión remota de distintos aparatos tecnológicos tiene mucho que ver. Y uno de los elementales, de los más económicos, pero no por ello menos funcionales, son los enchufes inteligentes, como los que nos muestran en compara100.com, que por su concepción pueden hacer que todos los aparatos eléctricos existentes en el hogar puedan convertirse en inteligentes de distinta manera.
Un enchufe inteligente es un aparato que amortizará su valor en poco tiempo, ya que son muy económicos -sin distinción alguna de marcas y funciones-. Lo que buscan es poder controlar desde una aplicación móvil o una interfaz web el encendido y apagado de todos los dispositivos y electrodomésticos del hogar, aunque estos no sean, por sí mismos, dispositivos inteligentes.
Solo de esa manera, con un enchufe inteligente, se podrá ahorrar hasta un 10% de la factura de la luz, eliminando el fenómeno del falso apagado o stand-by; pero también se puede programar el encendido y apagado de diversos dispositivos, desde una pequeña lámpara hasta una cafetera, para que funcionen el tiempo justo, de manera que también se ahorrará luz con ello.
Gestión automática de equipos eléctricos
Automatizar procesos es la mejor herramienta con la que cuenta la domótica, al menos desde el punto de vista del ahorro de luz. Porque cuando se automatizan procesos, se están delegando las funciones de ahorro en sistemas que rara vez se olvidan u omiten cuestiones que pueden ser cruciales para el ahorro, ya que lo hacen siempre en tiempo y forma.
Dentro de lo que la domótica permite, la gestión automática se puede hacer desde las funciones integradas de diversos dispositivos, como el caso de las lavadoras y secadoras inteligentes -para funcionar y programar sus funciones cuando la electricidad esté en sus horas más baratas-, pero también gracias a equipos o productos adicionales que proporcionan sencillez para su uso en relación con esto.
Tal es el caso de los termostatos inteligentes, estupendos para utilizar de manera eficiente los sistemas de climatización del hogar, y que por sí mismos, pueden ahorrar entre un 25 y un 40% de la factura de la luz -al menos en lo que al concepto de climatización doméstica se refiere- gracias a que gestionan de manera automática la potencia, la temperatura, y hasta el encendido y apagado de los equipos de calefacción o de aire acondicionado, sin despilfarrar energía en ningún momento.
Ahorrar electricidad como objetivo
Siguiendo estos consejos para ahorrar en la factura de la luz, las personas podrán reducir su gasto eléctrico mes a mes, de manera que nunca sacrificarán calidad de vida para poder conseguirlo.
Lo más inteligente, y pensando en el largo plazo, es invertir en aparatos eléctricos que tengan el máximo de eficiencia, más aún si se trata de electrodomésticos de alto consumo eléctrico, como pueden ser los frigoríficos, vitrocerámicas o sistemas de calefacción. Sin embargo, lo más económico y no por ello menos inteligente, es optar por enchufes inteligentes, termostatos capaces de gestionar la climatización del hogar, y por supuesto, nunca desaprovechar capacidades y energía en cada uno de los aparatos que se tengan en casa, como el inteligente hábito de llenar la carga completa de las lavadoras y secadoras, lo que reducirá hasta en un 50% el gasto eléctrico por dicho concepto.